lunes, 1 de julio de 2013

Pablo, corazón de Tigre

Hace dos meses, Pablo Escobar rechazó una oferta millonaria para jugar en el Sport Recife, club de la Segunda División del fútbol brasileño. Pudo más “el amor” que le tiene a The Strongest frente al dinero que le ofrecieron.

La propuesta económica para el Pájaro era importante, difícil de competir para la dirigencia atigrada, que decidió no poner trabas a la posibilidad que tenía su capitán de emigrar; pero entonces jaló más el sentimiento.

Por eso, Escobar descartó volver a Brasil, donde jugó entre 2008 y 2011. “Estoy feliz y tranquilo en The Strongest, quiero continuar jugando con esta camiseta, seguir defendiéndola. Soy feliz, soy un hincha del Tigre. Y más allá de que la diferencia económica era mucha, porque iba a ganar mucho mejor, junto con mi familia decidimos quedarnos en La Paz y ahora estamos acá, entrenando de vuelta”.

Tiene claro que al rechazar el ofrecimiento del Sport no solo dejó escapar una buena cantidad de dinero, también dejó atrás la posibilidad de actuar en un fútbol más competitivo, en un país que acaba de albergar la Copa Confederaciones y el próximo año será sede de la Copa del Mundo. “Fue difícil decir que no; pero estaba convencido de la situación, convencido de lo que quería junto con mi familia, así que tomamos esta decisión”.

Le queda la satisfacción de que a sus 34 años (Asunción, 23 de febrero de 1979), su desempeño no sólo sea destacado en Bolivia sino también en el exterior.

Los más de siete años que lleva en Bolivia, entre idas y venidas (llegó en 2004 para San José y afronta su tercer ciclo en filas del gualdinegro), no solamente han generado un sentimiento hacia el Tigre, también existe un cariño por el país. Se naturalizó en 2008 y desde entonces fue convocado a la selección nacional, aunque el año pasado decidió renunciar a la Verde; además tiene tres hijos nacidos en La Paz: Mateo (5 años), Benjamín (uno y medio), y Agustín (dos meses).

Florencia (15), su hija mayor, vino al mundo en Argentina, de donde es su esposa Daniela.

Tuvo su momento de gloria en la selección el 9 de junio de 2012. Bolivia le ganó a Paraguay por 3-1 y Escobar hizo dos goles. Fue su último partido, porque por motivos que prefiere no decir, optó por cerrar ese ciclo; y asegura que “fue una decisión dolorosa en su momento”.

Es feliz por el trato que recibe de parte del hincha atigrado, tanto dentro como fuera de la cancha. “La verdad que en todo lado la gente me trata muy bien”. Y no sólo los de The Strongest, sino también de otros clubes.

Recuerda que en algún momento lo detuvieron los seguidores de Bolívar, con los que “hemos tenido conversaciones muy buenas y tranquilas, nada fuera de lo normal. Alguno me felicita por mi trabajo, porque lo que yo hago en definitiva es un trabajo. Más allá de lo que pase en el estadio, con la rivalidad The Strongest- Bolívar, tengo muy buena relación con la gente bolivarista”.

Por todo lo que le ha tocado vivir en el país se define como un “paraguayo-boliviano, paceño, colla y de corazón”.

Le ilusiona lograr más éxitos con The Strongest

Después de conquistar el tricampeonato del fútbol nacional en diciembre del año pasado, The Strongest no hizo un buen campeonato Clausura 2012-2013, aunque tuvo una actuación destacada en Copa Libertadores. Por eso Pablo Escobar cree que en el torneo que se iniciará el 28 de julio “tenemos la obligación de pelear por el título”.

La ilusión es llegar a la Libertadores de 2014, que significaría “la tercera consecutiva del grupo”.

No obstante de que varios jugadores dejaron el club, cree que es importante que se haya mantenido el 80 o el 90% de la plantilla, y además espera que la gente nueva pueda sumar, adaptarse rápido “y estar a la altura de todo lo que quiere el club”; pero de ello también dependerá “que nosotros los hagamos sentir bien para que puedan cumplir con los objetivos trazados”.

Se ilusiona con la competencia local y también con llegar lejos en la Copa Sudamericana, un sueño que tiene todo futbolista por tratarse de un torneo internacional.

El sorteo del certamen se producirá el miércoles y si se mantiene el formato del año pasado su rival será un equipo de Chile, Paraguay o Uruguay, y aunque no tiene preferencia por el adversario de primera fase, le gustaría jugar en su país de origen “porque ahí están mis papás, mis hermanos, tengo muchos amigos, sería lindo viajar a un país donde tengo gente que quiero, me vendría muy bien”.

A los 34 años, no se le pasa por la cabeza Retirarse

A los 34 años, en la mayoría de los casos, el jugador está en la recta final de su carrera, pero Pablo Escobar todavía no piensa en el retiro. De hecho destaca que se siga hablando de él, como ocurrió con la propuesta del Sport Recife de Brasil y las versiones periodísticas surgidas en Ecuador la semana pasada, que mencionaban el interés del Emelec de Guayaquil.

Consultado si a estas alturas de su vida ya piensa en el retiro, Pablo aseguró que dejar el fútbol no es algo que se le pase por la cabeza en estos momentos.Admitió que hace bromas respecto del tema, por su edad, “pero todavía no me puse a pensar en el retiro, porque todavía me siento muy bien”.

En estos días está dedicado a la pretemporada con The Strongest y destaca que está “trabajando bien, normal, a la par del grupo y en los partidos también intento estar lo mejor posible”.

No se pone plazos respecto del tiempo que seguirá jugando, porque cree que cuando llegue ese momento “yo me daré cuenta. Soy feliz jugando al fútbol y espero seguir haciéndolo”.

Tiene claro, sin embargo, que cuando sea el momento de retirarse lo hará luciendo la camiseta de The Strongest. “Voy a estar feliz de hacerlo así, porque es el club que quiero y con el que me identifico plenamente".

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