lunes, 24 de octubre de 2016

Farias “Levanté la voz porque yo no soy ningún lacayo”

Cumplió seis meses al mando de The Strongest. Es "feliz” en Bolivia, pero se siente incómodo con algunas situaciones "que hay que cambiar”. César Farías es uno de los mejores técnicos que dirige en el fútbol boliviano. El jueves fue protagonista de una polémica. Dice que en 130 partidos "nunca” fue expulsado por un hecho similar. Denunció el caso ante su embajada, que tomará cartas en el asunto.

Farías denunció que el delegado de Oriente, Benjamín Saucedo, lo insultó en el lance que el Tigre venció por 2-0 al cuadro albiverde.

¿Cuál es el balance que saca de los seis meses en Bolivia?
Son casi seis meses, pero realmente hubo el periodo de vacaciones y se han metido las dos fechas FIFA, ahora viene la tercera. De trabajo ha sido un poco menos, pero ha sido intenso, bien interesante, alentador, hemos podido llegar a una etapa exploratoria, de conocer a la dirigencia, conocer a los jugadores. Hemos elaborado un plan y se tomó como objetivo la Copa Libertadores, nos propusimos una pretemporada en el extranjero. The Strongest ha sido un buen local hablando de la Copa Libertadores, pero la cuenta a deber ha sido de visita, sin descuidar lo que es de local que podemos potenciarlo más.

Se trajo a Manuel Yorguens, que trabajó como psicólogo en la selección de Venezuela durante muchos años. Tenemos entre ceja y ceja hacer una grandísima Copa Libertadores, profundizando al máximo distintos aspectos.

Hicimos un análisis de FODA y vimos cuáles eran las amenazas, debilidades, las fortalezas y oportunidades y en esas fortalezas vimos que había mucha continuidad que muchos jugadores van a jugar su sexta Libertadores seguida, que estuvieron en la Selección y que hay una internacionalización, ante una debilidad en lo comercial porque no se vendió jugadores y eso se ha convertido en una fortaleza que no lo tiene River Plate, no lo tiene Sao Paulo, porque son vendedores, en esa característica ha podido amalgamar un 60% de su plantilla y reforzarla bien porque el tema de la altura no es fácil porque tardas alrededor de seis meses a un año, más con la altura, para adaptarse a la cultura, una adaptación al ambiente social de La Paz y una adaptación fisiológica, y vamos a llegar bien, no va a ser como en otras oportunidades.

La hinchada debe estar tranquila porque se hizo una base sólida de trabajo, se trabaja con respeto y profesionalismo. Las camarillas no existen en The Strongest.

Hemos podido preparar a los jugadores de la manera correcta, lo que nos da buen resultado. Eso nos permitió solventar las lesiones que hemos tenido. La primera fue la de (Pablo) Pedraza, la segunda de Helmut (Gutiérrez), la tercera fue de (Diego) Wayar y sin olvidarnos a (Alejandro) Chumacero, la lesión de (Miguel) Quiroga, fueron lesiones óseas y no musculares, que eso escapa del método de entrenamiento.

Y ahora por prevención (Rodrigo) Vargas. El médico le recomendó tres días de descanso y el resto con mucha ilusión.

Nosotros no nos dejamos absorber por lo que ocurrió en el partido contra Oriente, que se rehusó a jugar.

¿Sobre ese partido (del jueves), ¿qué pasó con el delegado de Oriente?
Pasa por un tema de mediocridad. Eso no pasa en una Copa Libertadores de que la camilla entra y el árbitro fluye el juego. El delegado no es uno del equipo contrario que pelea el campeonato contigo. No te va insultar un delegado de otro club, porque hay otro nivel en la Libertadores, porque el nivel -no solamente en juego también en lo cultural, en la organización- es de otro tipo.

Una cosa es tratar de ser canchero de cancha de barrio y jugar en una Copa Libertadores, eso es lo que se pretende, porque en una Copa no hay 25 micrófonos metidos en el medio en el fragor del partido. Lamentablemente lo que queremos es que se juegue, que la pelota fluya, después el respeto que debe existir.

Si usted viene a pedirme una entrevista llamándome: ‘venezolano de mierda’, no se la voy a dar, pero si viene con la mayor educación como vino usted, obviamente es mi deber como profesional y te atenderé con la misma deferencia.

Cuando yo volteo y miro al señor Lino Alonso -quien tiene una fisura en su hombro y lo tuvimos que cuidar- para retirarlo, me acerco y recibo los insultos. Uno tiene un límite y tiene una tolerancia. Pero a mí eso no me va a detener porque dentro de la cancha hubo infracciones peores, patadas peores. Después de todo eso fue show y para eso están otros, porque yo me encargo que The Strongest juegue y crezca para que pueda aspirar a ser un club que pueda soñar con ganar la Copa.

¿Qué pasó luego de ser expulsado?
Fui a decirle a este caballero (Benjamín Saucedo) que el fútbol así no progresa y empezó con los gritos y la xenofobia de extranjeros. Pero no creo que tengamos que darle tanta importancia.

El que está en fútbol le ha ocurrido en cualquier momento lo que es la situación racial. Después, conversando con mi embajadora, vimos que esto se viene repitiendo en diferentes extractos y no lo podemos permitir, eso como comunidad porque la historia nos une. Me dirigí ayer a una oficina gubernamental y lo primero que veo es un cartel antirracismo y entonces no concuerda una cosa con la otra. Luego en lo deportivo le hemos ganado a Oriente en Santa Cruz, vinieron acá y les ganamos.

Yo tengo más de 130 partidos internacionales y jamás me han expulsado porque se manejan de otra manera, no hay episodios de esa manera. Ahora si buscas, ese señor (Benjamín Saucedo) tiene ya varios episodios similares. Es una provocación porque yo he levantado la voz contra algunos dirigentes de Santa Cruz, porque yo no soy ningún lacayo, porque no tengo bozal, porque yo vengo a trabajar en el fútbol boliviano.

Trabajé en Venezuela, trabajé en la India y en Paraguay no es que es lo más moderno del mundo y he visto el poder transformar organizaciones, individuos y que crezca el fútbol y se puede hacer acá porque hay pasión, la gente se desvive en el fútbol y los une a todos la pasión por una camiseta. No existen muchos clásicos en el mundo que jueguen con tanta pasión como hay en Bolivia y uno lo ve en La Paz, en Santa Cruz y eso no es fácil de conseguirlo.

Antes escuchaba que Bolivia no tenía muchas carreteras, ahora puede decir que tiene mejores carreteras que en Venezuela y por donde hemos pasado todo está asfaltado, tiene buenos aeropuertos, tiene todo para hacer un buen fútbol. Pero falta organización y pureza para competir. Bolivia tiene todo para ser una selección mundialista.

¿Es el único episodio malo que vivió en Bolivia?
En Potosí tuve un inconveniente y fue algo vergonzoso pero no me detuvo, el último incidente tampoco me va a detener. Se armó todo un show para perjudicar. Si revisas los números, desde que llegué los números son buenos y vienen en crecimiento. The Strongest obviamente es un candidato y eso no lo quieren otros clubes. Desde que llegué han mejorado las habitaciones (del Complejo de Achumani), las equiparon con su calefacción, se mejoró el gramado, se hizo un corredor nuevo, las luminarias, se pintó el estadio. Se compró el gimnasio y eso nos complace. Nos alegra ver la llegada de un grandísimo preparador de arqueros que es Hamlet (Barrientos), que es boliviano, que se formó acá y nos agrada ver una junta directiva interesada en seguir creciendo.

Por esta conversación verá que no soy un loco para ir a reclamar a la mesa de control.
Esa sanción que piden los periódicos de Santa Cruz y los de la acera del frente no existe porque dentro del mismo partido hubo empujones que fueron más fuertes que la intención mía de sacarme de una persona encima, no tiene asidero.

Lo mío tiene un porqué, eso (insulto) lo escuchó todo el mundo. Los insultos son delitos de orden público en Bolivia, por lo que pude investigar ayer con los especialistas, pero no hablaré mucho del tema porque el tema está en la embajada, no es un tema de Farías.

No lo hace (insultos) el señor que vende papa en el mercado, sino que lo hace el señor que se graduó en Harvard de Estados Unidos y creo que la cultura de casa no pasó nunca. A mí lo de muerto de hambre ni me va ni me viene porque he nacido en una familia pudiente y el fútbol me dio todo. Tuve la oportunidad de trabajar en ligas poderosas. Me va bastante bien.

¿Cómo vive Farías en Bolivia?
Tengo una casa acogedora, con una cancha de squach que lo pudimos convertir en squach de balompié. Tengo tres (perros) goldens con los que me distraigo, pero poco salgo de la casa, salvó para una reunión o una comida, porque Bolivia tiene una buena gastronomía, hago mucho ejercicio.

Voy al cine cuando vienen mis hijos y tratamos de resetear el chip del fútbol.

Yo vivo en la zona Sur pero indudablemente de Achumani de corazón porque estoy ahí todos los días.

¿Arepa o salteña?
Las dos cosas porque me gustan realmente.

¿Su relación con César Salinas es muy fluida?
Es muy fluida porque nos vemos una o dos veces a la semana y cuando se juega seguido nos vemos en más ocasiones y cenamos varias veces. Hay una gran relación con varios dirigentes, con Freddy Téllez, Héctor Montes, Juan Pablo Revilla, con Adrían Monje, con Leonardo Costas. Siempre hablamos de fútbol. La verdad que creo que hay gente como para hacer crecer al Tigre.

¿La Selección boliviana se puede pelear todavía a Rusia?
Es más complicado porque se perdió dos puntos importantes, pero mientras haya posibilidades matemáticas se tiene que luchar.

¿Cómo quedó con la Selección?
Fue un hecho que pasó y no hay que darle mayor vuelta, pienso en la Libertadores.
Ramiro Sánchez es director de El Panamericano Deportivo

HOJA DE VIDA

Nombre César Alejandro Farías Acosta.
Lugar y fecha de nacimiento En Güiria, Estado Sucre, Venezuela, el 7 de marzo de 1973.
Como DT Dirigió Cádiz, Zulianos, Trujillanos, Táchira, Guayana, Anzoátegui (Ven.); Tijuana (Mex.); NorthEast United (India); Cerro (Par.) y The Strongest.

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