César Farías recibió varias ofertas en el último tiempo para dirigir en diversos lugares. Se habló desde Chipre, Medio Oriente, hasta llegar a Ecuador que le hizo una propuesta seria, según trascendió ayer en Ecuador. Hasta el presidente de la entidad, César Salinas, dio credibilidad a la posibilidad, aunque dijo que espera que no pase más que un rumor.
Es un entrenador cotizado. Hasta el domingo, Farías no había considerado alguna de estas posibilidades de marcharse, pero ahora, todo cambió. El incidente con Daniel Córdoba lo rebasó. El entrenador llanero ya analiza las opciones y si bien el presidente de la entidad, César Salinas, tiene la esperanza que al final Farías decida con el corazón, es un hecho de que lo está pensando. Ayer, cuando tuvo un encuentro con los medios, se emocionó cuando dio constancia de que los hombres también lloran. Si bien no confirmó nada, pareció como si se quisiera despedir. “Nosotros sabemos de la capacidad de los muchachos, sabemos del respaldo de la gente que se agradece; eso pesa a la hora de tomar cualquier decisión, ver la esperanza e ilusión que tienen, eso es lo que más duele, ver un gran trabajo de los jugadores, un esfuerzo de los dirigentes, ver una hinchada maravillosa, por supuesto que duele cuando uno ve la indisciplina dentro de la cancha y que no se cumpla con las regularidades que si se cumple en los torneos internacionales”, apuntó refiriendosé a los arbitrajes. Farías agregó que en “Bolivia sí se puede”. Se le preguntó, directamente, ¿será el último clásico?, y Farías no dijo ni si ni no. “Uno no sabe si será el último día, el miércoles no estoy en la cancha, pero sí estaré manejando al equipo”, acotó con seriedad. No quiso hablar en torno a si se va a quedar o no, “tengo un contrato que se vence este semestre”.
Eso sí, dejó en claro que le llegan las ofertas, “hay, pero yo no volteó a ver las ofertas de Sudamérica, tengo una prioridad con la gente, con los jugadores, pero si yo puedo detener los ataques al club con mi ausencia lo voy a hacer, prefiero sacrificar mi ilusión a la ilusión del club, es muy repetitivo lo que está pasando”.
“CUANDO SE TIENE QUE SER UN TIGRE, LO SOY TAMBIÉN”
César Farías se quebró cuando se le comentó que en el minuto 24 del partido de hoy, la gente atigrada coreará su nombre en agradecimiento al título obtenido el año pasado. Se emocionó, se nota que el DT es sensible: “de mi parte le agradezco a la hinchada, de verdad... (se emociona) son cosas que marcan por el gran título que obtuvieron los muchachos y lo pudimos disfrutar todos”, enmarcó el entrenador. ¿Por qué se le parte el corazón a Farías?, le preguntaron y el llanero se volvió a quebrar: “uno se identifica con las cosas y consigue el apoyo de la gente, hay pasión y una tradición de un club, eso te marca”. ¿Lloran también los hombres profe?, le preguntaron, Farías respondió: “cuando es por una buena causa sí, pero ustedes saben que cuando se tiene que ser un tigre lo soy también y no le tengo miedo a nada”.
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