“Por eso digo que a Bolivia le debo todo lo que soy como jugador profesional, porque antes de venir acá sólamente jugaba a nivel amateur y yo ya estaba desilusionado, así que le dije a mi hermano que no iba a seguir, pero la propuesta de venir cambió muchas cosas”, rememora el delantero, hoy en The Strongest.
Esa propuesta se la hizo Marcelo Claure, el millonario empresario que sostiene económicamente a Bolívar, club en el que Reinoso se estrenó a nivel profesional. Llegó a Bolivia el 2 de junio de 2008 y debutó en un clásico amistoso ante el Tigre en La Paz. El partido estaba 1-1, entró, hizo dos goles, los celestes ganaron 4-1 y al día siguiente le hicieron su primer contrato.
Reinoso es un delantero convertido en un referente del fútbol boliviano, pues ya superó la media centena de anotaciones. Además es carismático y ahora, en su estadía en Achumani, quiere ganarse un lugar y meterse al bolsillo a la familia stronguista.
“Vine al Tigre a luchar, a rendir, a aportar con goles, con sacrificio, y creo que la afición ve ese mi compromiso y empieza a quererme. Es que yo lo doy todo por el club que me contrató”.
Durante su aún corta estadía en el Tigre ya sabe lo que es apelar a la garra y ganar “a lo The Strongest”, una particularidad “que no la viví en ningún otro club. Realmente la hinchada te empuja a pelear hasta lo último, sin guardarte nada”.
Reinoso hace notar y valora para sí el que pocos jugadores provenientes del exterior se hubieran dado el gusto de jugar defendiendo la camiseta de los dos clubes más grandes de Bolivia, con estilos opuestos.
“Tengan la certeza de que ahora voy a dar todo por esta camiseta y ojalá pueda salir también campeón con el Tigre. Y espero ser el goleador. Yo me mataré cada día por defender la camiseta y sacarla adelante”.
Recuerda que en 2008 a Bolívar no le fue nada bien, entre los jugadores estaba él, pero en 2009 todos se sacaron la espina porque consiguieron el campeonato del torneo Apertura, además de la Copa AeroSur y Reinoso fue goleador junto con William Ferreira, aunque luego vino “el mazazo” sacándolo del equipo por el que había dado todo. “Tras esa pena volví a Estados Unidos, pero ya nomás me llamaron de San José y Aurora, entonces acepté a este último y viví con ese club los mejores años”.
El colombiano es un agradecido de Bolivia, pero además tiene metas trazadas y por qué no, soñar con llegar lejos.“Acá me vieron nacer, crecer y mostrarme como un jugador profesional y lo que yo soy ahora se lo debo a este país. Por eso mismo, por qué no pensar en naturalizarme boliviano y si hay la posibilidad de representar y defender a muerte al país que tanto me dio”.
Considera que el fútbol boliviano tiene capacidad como para hacer frente a las potencias y que sólo es cuestión de trabajo y de mentalizarse en que se puede.
“De verdad que estoy muy identificado con el país, porque sufro cuando nos va mal; y me alegro mucho si ganamos y las cosas van bien”.
Hincha del América de Cali
DATOSJair Alexander Reinoso Moreno nació en Cali, Colombia, el 7 de junio de 1985. Es hincha del América de su país.FamiliaJair y Zoraida (+) padres; Alejandro y María Alejandra (hermanos); Isabel Castro (esposa); Juan Carlos y Rosario (suegros). Los Reinoso Castro acaban de ser papás de una nena.Bien y mal
El atacante está agradecido con Bolívar porque fue el club que le trajo y le abrió las puertas en el fútbol boliviano, aunque después el entrenador Gustavo Quinteros no lo empleó y lo sacó del plantel.
Hizo ‘pasantías’ en clubes de primera
América, de Cali, Colombia; River Plate y Tiro Federal, de Argentina; y el Nantes, de Francia, son los clubes en los que Jair Reinoso hizo ‘pasantías’ que luego le sirvieron bastante.
De niño participó en las divisiones inferiores del popular equipo caleño; sin embargo, por su inquietud y deseo de buscar nuevos rumbos saltó al Norte.Ya en Estados Unidos jugó en varios clubes de la liga amateur, entre ellos Miami FC.
“Luego estuve en Argentina, en la escuela Renato Cesarini en Rosario, pasé a Tiro Federal, donde conocí a Leonardo Fernández, el arquero que jugó en Oriente y en la selección boliviana”. Fue parte de las reservas de River Plate, donde estuvo junto con su compatriota Radamel Falcao García, aunque no pudo jugar.
También recuerda una corta estadía en el Nantes, cuando tenía 18 años, junto con el también colombiano Alexander Viveros, quien era del equipo profesional y le permitía entrenarse.
“Esos clubes europeos son realmente de otro mundo. Por la economía que manejan, la infraestructura que tienen y otros detalles están distantes de lo que ocurre en Sudamérica”.
“Fueron bonitas experiencias, porque pude aprender bastantes aspectos, los cuales me sirvieron en adelante. Luego volví a Estados Unidos para seguir en la Liga de segunda división”, y después vino a Bolivia
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