P. En el 'tigre' vas rumbo a tu tercer título de Liga, ¿qué sensación te origina esta experiencia singular como entrenador?
E.V.: Estoy contento y cómodo porque a los pocos meses de llegar al club conseguimos primero el bicampeonato y después el tri. No fue fácil, porque de no haber logrado títulos se pudo originar un conflicto que afortunadamente no se dio, ya que nuestra hinchada nos ha apoyado mucho en las buenas y en las malas.
P. Lo tuyo ya no es casual, porque lo hiciste en Universitario, Wilstermann y ahora The Strongest; ¿cuál es la clave para mantener semejante regularidad?
E.V.: Tendría que ser un secreto, pero no lo es. Considero que es un poco la visión que tengo del fútbol. Juego como lo siento y eso quizás ha originado que haya gente que considera y comenta que mi forma de parar los equipos es defensiva. A ellos les respondo con mucha humildad que mientras siga sumando títulos el acertado voy a ser yo. Esto también se da por la elección que hago de jugadores para lo que uno quiere, Admito que en algunos casos me he equivocado y lo asumo. No soy de aquellos que dice "no, yo no lo traje a ese jugador" cuando no colma la expectativa, ya que todo el que viene al club es responsabilidad nuestra. El éxito también llega por el trabajo diario de todo el cuerpo técnico. Además, cuando decidí ser entrenador, me propuse tener una estabilidad laboral y esto porque reconozco que es una de las profesiones que más rápido te lleva al retiro.
P. ¿Sos de los entrenadores que te adaptás al grupo de jugadores que tenés o buscás imponer siempre tus ideas?
E.V.: Se dan las dos cosas, pero he tratado siempre de imponer mi idea futbolística, mi modo de trabajo y mi forma de ser. A mi criterio es buena y equilibrada; trato de que haya en mis equipos una convivencia amplia, abierta y democrática. Esto implica que el jugador también se sienta protagonista; quizás soy diferente a los dictatoriales que no aceptan sugerencias. En mi caso es muy diferente; me gusta escuchar a mis jugadores y a los dirigentes e incluso a la gente de la calle. De lo que escucho rescato cosas y las utilizo. De todos uno aprende algo.
P. Hablando de carácter que imponen a sus jugadores, en el fútbol nacional hay tres entrenadores cochabambinos exitosos: Mauricio Soria, Julio Baldivieso y vos, sin embargo tu personalidad es diferente a los otros dos
E.V.: Yo creo que el carácter es importante, esto implica que el jugador debe respetar el trabajo de su entrenador; lo peor es que el futbolista le quiera hacer el equipo a su entrenador y puede ocurrir, pero para que eso no ocurra hay que imponer carácter y disciplina. Ahora quiero destacar que con Mauricio y Julio tenemos una formación similar. Con Mauricio pertenecimos a la escuela Enrique Happ en Cochabamba y pese a que Julio no forma parte de esa camada considero que es parte de la vivencia que hemos asimilado en el fútbol cochabambino. Seguramente todo esto nos ha dado fortaleza en el carácter, aunque desde luego reconozco que de los dos soy el más flexible, el más tranquilo en función de no perder la cabeza por cualquier tontera.
P. Ahora, según tu criterio, ¿cuál es el aporte de los entrenadores nacionales al fútbol boliviano?
E.V.: Lamentablemente estamos pasando un mal momento futbolístico, que no es de hoy, pues se arrastra este mal desde que clasificamos al Mundial de 1994. Antes de ese hecho histórico para el fútbol nacional, la mayoría de los entrenadores que dirigían en el país eran extranjeros. Ellos eran los mejores, los de prestigio y los que tenían la experiencia necesaria. Era entendible porque en el país no habían profesionales bolivianos bien formados y esto porque no existían centros de formación como los hay ahora. La realidad cambió cuando se abrió la carrera; esto nos dio la oportunidad de prepararnos mejor y mostrar nuestra capacidad. Además, considero que en estos momentos tenemos ventaja sobre un extranjero que no conoce el medio y que necesita como mínimo seis meses para adaptarse.
P. Y ustedes que conocen el medio, ¿por qué cuesta en Bolivia promocionar nuevos valores?
E.V.: Un motivo es que las escuelas de fútbol han decaído en su producción. No puedo decir por qué, ya que no lo vivo por dentro, pero he visto que siguen abriéndose otras escuelas pero al parecer más en función lucrativa. Ahora es un gran negocio abrir un colegio, una universidad o una escuela de fútbol, pero hay que ver qué objetivos tenemos si en verdad queremos formar buenos profesionales o buenos estudiantes.
Cuando miran solo el interés económico me apena porque realmente no veo entrenadores bien capacitados para la formación de niños y jóvenes.
El perfil
Nombre
Eduardo AndrÉs Villegas CÁmara
Nacimiento:
29 de marzo de 1964 (49 años) en Cochabamba, Bolivia.
Su carrera como jugador
Petrolero, The Strongest, Blooming, Wilstermann, San José, Bolívar.
Su carrera como entrenador
The Strongest, Universitario, Wilstermann y la selección nacional.
Sus títulos como entrenador
Copa AeroSur (2007) en The Strongest, con Universitario en la Liga el 2008, con Wilstermann el 2010 y dos títulos con The Strongest en la Liga.
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