La primera y única parada de la aeronave FAB-115 de Transporte Aéreo Militar (TAM), que se dirigía al aeropuerto de El Alto, estaba más cerca que lejos de su destino cuando comenzó la pesadilla que duró cerca de 30 minutos. En la nave se encontraba la delegación de The Strongest, que fue eliminada de la Copa Libertadores, por Defensor Sporting en Montevideo, y que estuvo cerca de repetir la tragedia de Viloco, sucedida hace 45 años.
Las manecillas del reloj marcaban las 3:10 de la madrugada de ayer, en el avión que debía aterrizar a las 3:30. Casi todos en el interior del 737-300 dormían en la oscuridad de la nave que se aproximaba al imponente Illimani, cuando la tranquilidad de la noche fue rota abruptamente, primero por el descenso de la nave y luego por las mascarillas de oxígeno que cayeron sobre los pasajeros.
Así comenzó la pesadilla de 86 personas, que lograron sobrellevar la situación, sabiendo que sus vidas estaban en manos del piloto, pero ignorando el porqué. Solo se les informó de que hubo una despresurización en la cabina del avión, pero no el motivo que la generó.
Vivieron para contarla
Johnny Plata, periodista deportivo del programa radial Solo Fútbol, que iba en los últimos asientos del avión, vivió en carne propia la experiencia. “Ya se podían ver algunos focos, supongo que eran de El Alto, cuando cayeron las mascarillas. Todos nos asustamos y una de las azafatas intentó hacernos creer que se debió a la falla en uno de los sensores, pero a los pocos minutos el rostro de ellas cambió por completo. Una se sentó delante de mí porque no aguantó la situación y la otra, que hablaba por el altavoz, estaba desfigurada y solo atinó a decir que hubo despresurización y que debíamos usar las máscaras y permanecer en nuestros asientos”.
Unas filas más adelante y mientras Plata apretaba el rosario que siempre lleva en su pecho, estaba el periodista Johnny Mollinedo, que calificó de tensos los minutos vividos en el 737-300.
“Miraba a mi alrededor y veía a los colegas, asustados como yo, pero guardando la calma. Fueron momentos feos, pero los tomamos con serenidad. Me dolió mi estómago de miedo, no decía nada, pero por dentro estaba mal. Los jugadores estaban en los primeros asientos, y por ello desconozco su reacción”, indicó.
Evidentemente, en la parte delantera del avión estaba Daniel Vaca junto a sus compañeros. El arquero explicó que se percató de que las cosas estaban mal cuando vio que el piloto salió a tomar oxígeno. Indicó que a quienes les afectó más la situación fue a Wálter Veizaga y Pablo Escobar.
En eso momentos de nerviosismo, el piloto informaba que debido a la despresurización de la nave iban a tener que regresar y aterrizar en Cochabamba. El camino aún era largo para pisar tierra firme y más para el médico del plantel, Guillermo Aranda, que debió atender a un amigo personal del presidente atigrado, que se indispuso. “Usted me ha salvado la vida, mil gracias, que Dios lo bendiga”, fueron las palabras de agradecimiento para con el galeno.
Tras interminables 30 minutos de vuelo, el FAB-115 aterrizó en el Jorge Wilstermann y cinco minutos más tarde sus pasajeros descendieron sanos y salvos sobre la plataforma, donde se dieron cuenta de lo cerca que estuvieron de una tragedia, pues en el ambiente se podía sentir el olor a cable quemado en la nave. Aunque nadie les dio una versión oficial, todos
coincidieron en señalar que el incidente se debió a la falla en una de las turbinas de la nave.
Tras un par de horas en Cochabamba, la empresa aérea dotó de una aeronave a la delegación que regresó a La Paz. “The Strongest perdió en la Copa, pero ganó la vida”, escribió en las redes sociales el periodista Ricardo Bajo, mientras que el entrenador de arquero, Robeto Ariñez, afirmó: “Hoy volví a nacer, gracias Dios por darme un día más de vida”.
Es que la tragedia de Viloco, del 26 de septiembre de 1969, aún vive entre los atigrados. En aquella oportunidad, un avión DC-6B del Lloyd Aéreo Boliviano con 74 ocupantes, que era tripulado por el capitán Teddy Scott Villa, se estrelló en una zona conocida como La Calancha, atrás de las serranías de la empresa minera Viloco. ¿Qué tiene que ver con el Tigre ese accidente aéreo?, mucho, en esa desgracia falleció todo el plantel atigrado que regresaba a la sede de Gobierno, luego de jugar un cuadrangular en Santa Cruz por la efeméride cruceña
Expertos dicen que la nave no debía volar
El avión FAB-115 de Transporte Aéreo Militar (TAM), que esta madrugada tuvo un percance, no debería estar volando porque no está en condiciones técnicas, reveló un experto en aeronáutica.
“No tiene el APU, es decir, no tiene la Unidad Auxiliar de Potencia, por tanto es un riesgo que esté en el aire”, indicó el experto que pidió reservar su identidad. Al respecto, la administración del TAM prefirió guardar silencio.
El APU (Auxiliary Power Unit, en inglés) es un generador que alimenta energía eléctrica para sostener las funciones del aeroplano.
Otro experto en aeronáutica informó que desde el momento en que se detectó la falta del APU, la nave FAB-115 solo tenía un plazo de 240 horas o 10 días calendario más para estar en vuelo.
“Sobrepasó ese tiempo hace rato. Si hubiera sido una nave de la empresa privada, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ya hubiera prohibido que siga operando mientras no resuelva ese problema técnico, pero como pertenece a las Fuerzas Armadas, al TAM, no dice nada”, señaló.
El especialista afirmó que fue “un milagro de Dios que el percance no haya terminado en tragedia”. / Erbol Digital
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