El win izquierdo brasileño Nilton Pinto está de regreso en Bolivia y trajo consigo innumerables recuerdos de su época de futbolista en el país. Fue campeón con Always Ready, bicampeón con The Strongest y formó su familia en La Paz, tiene esposa e hijo bolivianos.
Jugó entre finales de los años 60 y principios de los 70, y no duda en afirmar que “lo mejor de mi vida futbolística fue jugar en el Tigre. Con Romerito, Bastida, Rolando Vargas, Galarza y Luis Iriondo. Para mí, Iriondo fue el mejor lateral izquierdo que vi y siempre le decía que si era brasileño, seguro jugaba con la verdeamarilla (la selección de ese país). Él tenía categoría, clase, seguridad y temperamento. Un jugador completo por todo lado”, rememora Pinto, quien es supervisor técnico de los equipos menores del Corinthians. Justo llegó con el Sub-16 que participa en la Copa de Altura.
La primera vez que vino a Bolivia fue con Vasco da Gama, a mediados de los 60. Cuando estaba por jugar en Perú con Sporting Cristal, apareció Always y le cambió el destino. Fue en 1967 que aterrizó en La Paz y fue campeón con el CAR.
“Mi entrenador fue el argentino Norberto Fernández, quien me fue a buscar a Brasil. Mis compañeros en Always fueron Arrigó y (Mario) di Meglio. Yo le hacía todo el juego y Tano di Meglio metía goles desde donde sea, fue el goleador con 26 tantos”.
Pinto, que por falta de permiso no jugó con The Strongest en septiembre de 1969, tuvo igual el coraje de jugar en el equipo postragedia de Viloco, el momento más duro de la historia atigrada.
El sábado pasado, cuando ingresó por primera vez al estadio Rafael Mendoza en Achumani, se emocionó bastante: “Yo vine a entrenar a esta cancha, pero no había nada, solo cancha, árboles, animales y era difícil llegar. Ahora cómo ha cambiado”.
Destaca que con el liderazgo del presidente vitalicio Rafael Mendoza, y con la esencia del club de ser un equipo luchador, el Tigre se levantó luego de que todo el equipo había desaparecido de un día para el otro.
“The Strongest siempre fue un guerrero que iba a la batalla con lo que tenía. Y me gustaba jugar los clásicos con Bolívar. En esa época el Tigre ganaba mucho más que su rival. Teníamos un medio campo increíble con Rolando Vargas, Giménez, Morales y en la delantera casi siempre estábamos Bastida, Pariente, Díaz, Romerito y yo. Cinco delanteros que hicimos muchos goles”, recuerda el paulista-boliviano.
Cuenta que la Academia tenía futbolistas de gran nivel con quienes había un gran respeto. No habían insultos, pero se jugaba con mucho fragor. “Ellos tenían a (René) Rada, al Chino Blacutt y a Raúl Álvarez. Se jugaban partidos muy emotivos y con gran respeto”.
Tuvo dos oportunidades para saltar al exterior, una para regresar a Vasco da Gama y otra para ir a Toluca, de México, pero Mario Marañón, que era presidente de Always, no quiso soltarlo, y los mejores momentos de su carrera fueron en Bolivia.
Tiene un especial recuerdo de Rafael Mendoza, presidente de The Strongest en su época. “Mendoza era un amor de gente, pero sobre todo él amaba al The Strongest y la verdad es que yo era fan de Rafael y de Mario Mercado (presidente de Bolívar), por lo apasionados que eran de sus clubes”
En 1972 recibió la noticia de que sus padres en Brasil estaban enfermos, entonces con su esposa boliviana y su hijo de dos años decidieron irse.
“Allá jugué en algunos clubes más, pero cuando me tocó dejarlo es que determiné ser entrenador. Entre 2003 y 2011 estuve en la selección.
Tengo mucha nostalgia, pues vuelvo al que considero es mi segundo hogar y donde a veces me siento con mucha atención”.
Trabajó ocho años con las inferiores de Brasil
Entre 2003 y 2011, Nilton Pinto trabajó como asistente en las selecciones menores de Brasil, en las que vio “nacer” y se podría decir cambió “los pañales futbolísticos” de algunas estrellas actuales.
Entre los jugadores con quienes le tocó trabajar están Neymar Santos, Paulo Henrique Ganso, Óscar, Casimiro, Marcelo, además de otras figuras “a quienes vi y tuve desde muy pequeños”.
Pinto recuerda que antes había trabajado en el club Juventud, donde estuvo seis años, y luego lo ubicaron en Palmeiras, donde trabajó 20 años. A través de ese equipo regresó a Bolivia en 2004 para un partido de Copa Libertadores.
“Allí hay muchas condiciones para contar con buenos jugadores y por eso Brasil renueva constantemente sus equipos”, asegura el exatigrado.En algún momento estuvo en contacto con los entrenadores bolivianos de divisiones inferiores.
Pinto recuerda que en La Paz vivió en la zona La Bandera, pero además que estuvo varias semanas en la sede de Always Ready. “En Bolivia pasé cosas raras, una semana el país contó con tres presidentes, debido a que hubo muchos golpes de estado. Era muy raro”.
Considera que clubes como Bolívar, The Strongest u Oriente tienen que hacer algo más para contar con renovación constante de juveniles.
Recuerda que también se salvó de morir en Viloco
Los contactos de la transferencia para que Nilton Pinto pasara de Always Ready a The Strongest en septiembre de 1969 ya estaban casi cerrados, pero la falta de permiso de Mario Marañón, entonces presidente del CAR, demoró la cesión y salvó al puntero izquierdo de morir en la tragedia stronguista de Viloco .
“Yo tenía que viajar al partido de Santa Cruz. Tenía que jugar ya un cotejo antes porque The Strongest me pedía; pero Mario Marañón, presidente de Always, no me dio permiso y me salvé de morir”, cuenta Pinto, bastante emocionado por el recuerdo y con los ojos a punto de derramar lágrimas.
“En ese avión pudimos fallecer tres personas más, pero Dios no quiso. Nos salvamos Rolando Vargas, el señor Velásquez que se quedó en Santa Cruz y yo. A veces me emociono mucho al recordar que perdimos a muchos amigos en Viloco. Fue una tragedia terrible, no lo creíamos. Le partió el corazón a toda Bolivia”.
Recién luego de la tragedia es que pudo sumarse al plantel gualdinegro, como un importante refuerzo, y finalmente llegaron los éxitos. “Nos costó asimilar lo que pasó y jugar en la cancha. Es que todos los que se fueron eran amigos, muchachos llenos de vida, con mucho por dar y vivir, pero se fueron y de una manera muy dura”.
Gran persona y estoy encantado con sus recuerdos, de éxito. Saludos, Luis Fernando Pinto Barbosa.
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