Alejandro Chumacero, Pablo Escobar y Daniel Vaca, acompañaron a doña Rosa, en su cumpleaños 90. GALERÍA(2)
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El pasado día jueves 22 de noviembre fue un día de singular importancia para la familia Urquidi Peralta no sólo por los 90 años de vida que cumpliera doña Rosa Peralta, sino porque ese día recibió la visita en su domicilio de los jugadores Pablo Escobar, Alejandro Chumacero y Daniel Vaca, todos ellos del Tigre de Achumani y de la cual la cumpleañera es incondicional seguidora e hincha n° 1 desde que tiene uso de razón, según cuenta.
Emocionada al extremo por la sorpresiva visita de los jugadores del Tigre, doña Rosa no se cansaba de señalar que la presencia de los “ilustres visitantes” constituía el “mejor regalo de su vida” más aun considerando que un lamentable accidente (una caída) la postró en cama en un hospital paceño y su recuperación le demandó los últimos tres meses.
“Nuestra presencia en la casa de Doña Rosa y su familia constituye una satisfacción grata para nosotros y es mucho más significativa la misma cuando se trata de una hincha de 90 años seguidora y querendona de nuestro equipo”, señalaron de manera coincidente los jugadores atigrados, siendo notoria la alegría en ellos al saber que con su presencia le dieron una inmensa felicidad a la familia Urquidi Peralta y en especial a la abuelita de 90 “abriles”.
Así, el tradicional cantico de “cumpleaños feliz” no se dejó esperar; al ritmo de palmas, torta y chocolate mediante, se fueron consumiendo las horas de una feliz e inolvidable tarde para doña Rosa Peralta y su familia, quienes destacaron la generosidad y calidad humana de Escobar, Chumacero y Vaca a nombre del Tigre de Achumani, quienes le brindaron como homenaje a esta “Tigresa de Oro” de 90 años de edad.
Escobar es uno de los que más destaca en ese rubro, a fin de año, con los jugadores atigrados hizo una colecta en beneficio de los empleados de The Strongest.
Pero, sin lugar a dudas, el gesto que tuvo con doña Rosa, fue realmente valorado por la abuelita, quien en la siguiente fecha liguera, se puso la casaca amarillo y negro que tiene y se fue ataviada para alentar al equipo de sus amores, en el estadio Hernando Siles.
Doña Rosa ratificó ese día su amor por el oro y negro, y desde ese día en el corazón a los atigrados Pablo Escobar, Alejandro Chumacero y Daniel Vaca.
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