El equilibrio en todas sus líneas lo hizo a Emelec muy superior, había razón suficiente en quienes previamente hicieron notar su gran consistencia física y su tildado juego colectivo, además con individualidades sobresalientes, sobre todo de mitad de cancha para adelante, a pesar del esfuerzo que hizo The Strongest por tratar de jugarle en el mismo ritmo.
Incluso el cuadro ecuatoriano tuvo opciones de aumentar la cuenta, más allá de que el boliviano desperdició unas cuantas, entre las pocas que tuvo en el área contraria, donde reapareció la ineficaz definición.
Emelec asumió una actitud arrasadora desde el comienzo. A The Strongest le costó pararse en la cancha y, por ende, controlar las rápidas incursiones del equipo ecuatoriano.
Pero el primer gol (3’), que echó por tierra rápido los planes que tenía el Tigre de controlar el juego por lo menos por un buen rato, fue claramente viciado de nulidad por una grosera falta —un jalón— que el autor del tanto, Miller Bolaños, cometió sobre Diego Wayar. Ni el árbitro ni sus asistentes dijeron nada, por eso la escapada de Fernández por derecha y su centro perfecto acabó bien conectado por el goleador para vencer a Daniel Vaca.
The Strongest trató de responder al ritmo que imponía Emelec y eso le llevó a cometer imprecisiones y a perder rápido la pelota.
El segundo gol local llegó después de un tiro de esquina a los 24’, la defensa gualdinegra perdió las marcas y eso le permitió a Mauro Fernández recibir y pegarle a la pelota de derecha, lejos del alcance del golero.
Cuando se serenó, el Tigre tuvo sus opciones. Primero, tras un pase de Chumacero, el paraguayo Cristaldo perdió en el mano a mano con el golero Dreer; y sobre el final, Marteli con un cabezazo mandó la pelota al travesaño e inmediatamente Escobar remató mal desde buena posición. Quién sabe que si alguna de esas pelotas entraba, la cosa podía cambiar.
El cómodo 2-0 hizo que Emelec bajara un poco la intensidad desde el inicio del segundo periodo y eso le dio protagonismo a The Strongest, que si bien tuvo más tiempo la pelota, no fue peligroso en sus ofensivas.
La entrada de Abel Méndez le dio al Tigre un poquito más de llegada, un remate del argentino obligó a Dreer a echar la pelota al tiro de esquina.
Pero mientras el conjunto nacional trataba de aplicarse para ir al frente, mediante un contragolpe el bicampeón ecuatoriano hizo el tercero, a través de Ángel Mena (69’).
Con partido completamente resuelto —desde la primera mitad, habría que anotar—, pudo llegar el cuarto o incluso el quinto tanto. Fue un triunfo —una caída— indiscutible.
Los datos
La figura
Miller Bolaños fue el hombre más desequilibrante. Al margen del gol viciado que anotó, su presencia ayudó mucho en la generación de juego ofensivo. No es exagerado anotar que fue imparable.
El árbitro
El venezolano José Argote se “comió” la clara falta en el primer gol de Emelec (debió anularlo).
Fuera de sí
Pablo Escobar estuvo descontrolado. La sangre le hirvió y se salió a ratos de sus cabales. De milagro solo fue amonestado
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