Para el zaguero brasileño Fernando Marteli llegar a The Strongest (julio de 2014) fue cumplir un sueño, aunque para que se hiciera realidad tuvo que esforzarse, trabajar mucho y pasar por momentos complicados.
Llegó a Bolivia a mediados de 2009, cuando tenía 23 años (Puerto Feliz, Sao Paulo, 8 de febrero de 1986), por una invitación de su amigo Murilo Cazagrande, un exfutbolista brasileño que jugó en Oriente, Blooming y Guabirá, entre otros clubes del país.
Tenía arreglada de palabra su vinculación a Real Mamoré —entonces club de Liga—, pero cuando aterrizó en Trinidad y se reunió con el presidente de la institución, Alfonso Gorayeb, éste le dijo que había arreglado con otro jugador extranjero y que el cupo estaba completo.
Las opciones entonces eran volver a Brasil o vincularse a un club de asociación. Eligió la segunda y firmó contrato con Libertad, equipo de la Primera A de la Asociación Cruceña.
“Aparte de entrenar y jugar, siempre miraba por televisión los partidos de Liga, los clásicos de La Paz y Santa Cruz, y hablando con Murilo le dije: ‘un día me va a tocar jugar uno de estos partidos’. Me contestó que solamente dependía de mí”.
Al año siguiente fue transferido a Primero de Mayo del Beni para jugar la Copa Simón Bolívar y aunque se habían creado muchas expectativas en ese equipo, “no nos fue bien porque llegamos solamente hasta semifinales, pues perdimos con Nacional Potosí, que luego fue el campeón y ascendió a la Liga”.
La intención en 2011 era buscar nuevos horizontes, pero tuvo que volver a Libertad porque tenía contrato y la dirigencia del club le pedía mucho dinero para liberarlo. En junio de ese año, la finalización de su contrato con el club cruceño coincidió con que Juan Carlos Paz García, entrenador de La Paz Fútbol Club, estuvo por Santa Cruz para reclutar jugadores.
Además de sus condiciones, no olvida que David Avilés, uno de los entrenadores con los que trabajó, habló con Mauricio González, presidente del club paceño, para que lo tomaran en cuenta.
Llegó a la ciudad de La Paz, estuvo durante dos semanas a prueba y recibió el visto bueno para arreglar su contrato.
Su llegada al azulgrana coincidió con su admiración por el Tigre. “Estaba tres o cuatro días en la ciudad y fui a mirar un clásico. Justo ganó The Strongest, yo miraba cómo alentaba la hinchada y me quedé loco con eso”. Fue en ese momento que empezó a ilusionarse con la idea de jugar en algún momento en el aurinegro.
Después de un año en La Paz FC pasó a Real Potosí (2012-2013), la temporada siguiente a Nacional (2013-2014) y en julio del año pasado, gracias a sus buenos desempeños en los dos de la Villa Imperial, tuvo la oportunidad de llegar a The Strongest. Y cumplió su sueño.
El martes hizo un gol clave y fue el héroe del equipo
El martes, luego de la victoria de The Strongest (5-3) sobre Universidad de Chile por Copa Libertadores, la hinchada despidió a Fernando Marteli coreando su nombre. Fue la figura del partido y el héroe atigrado porque anotó el cuarto gol en un momento difícil. La “U” en dos minutos había igualado (3-3), pero de inmediato el brasileño desniveló y luego Rodrigo Ramallo se encargó de liquidar el pleito.
Ese tanto fue el más importante de su carrera. Todavía sigue emocionado por lo que significó.
Pero recuerda que al principio no todo fue color de rosa, sobre todo en el torneo Apertura 2014-2015. “Las cosas no salieron como esperaba y la gente me criticaba, pero recibí el apoyo de los compañeros, del cuerpo técnico y de a poco me fui ganando el cariño de la afición”.
Ahora es feliz en el Tigre. Si bien su contrato se acabará en mayo, a él le gustaría quedarse por el momento futbolístico que vive y porque su esposa Priscila Silveira y su hija María Eduarda, quien nació en La Paz en 2012, son felices aquí.
Ese bienestar le hace tener mayores sueños: si en algún momento le proponen naturalizarse para jugar en la selección sin siquiera pensarlo aceptaría. “Para mí sería un honor muy grande representar al país donde nació mi hija y donde me tratan muy bien”.
‘Estoy muy identificado, soy hincha’
Aunque por ahora ningún club le propuso nada, Marteli de antemano descarta jugar en la Academia y en cualquier club de La Paz que no sea The Strongest.
“Estoy muy identificado con el Tigre, soy hincha del club y no jugaría en Bolívar”, asegura.
Al margen del cariño a la institución, dice que en The Strongest encontró el mejor plantel que le tocó integrar en su carrera profesional. “Es un grupo impresionante empezando del cuerpo técnico. Tenemos un gran líder como es el profesor (Néstor) Craviotto y un referente como Pablo (Escobar). Personalmente es el mejor grupo que me ha tocado integrar, no solamente porque son buenos jugadores, sino también porque son grandes personas”.
Cree, además, que sus características como jugador se acomodan a las del club, acostumbrado a sufrir para ganar a lo Tigre, como dicen.
“Si bien no tengo gran estatura, compenso eso con mucha fuerza. Cuando tengo que jugar sencillo, juego sencillo; cuando tengo que salir jugando, lo hago, y tampoco tengo vergüenza de tirar un pelotazo a la tribuna si es necesario. Lo hago lo más sencillo que puedo”.
Por la coyuntura futbolística considera que el Tigre está aún con vida en la Copa Libertadores de América y con muchas opciones de conquistar el título del torneo Clausura liguero. “Vamos a pelear en los dos, pues tenemos gente para eso”.
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