Caballero se colocó el buzo deportivo del Tigre y prometió mucho trabajo a la hinchada para pelear por el título. Antes de hablar y por la mañana, fue bastante locuaz con los periodistas, para manifestar: “antes, cuando jugaba, me decían el Caballero del gol, ahora me dicen Tigre y qué casualidad que esté dirigiendo al Tigre”, en medio de las sonrisas.
“Sabemos de la responsabilidad que tenemos y sabemos dónde nos metemos y lo que tenemos que hacer, esto solamente va salir adelante con trabajo y con transparencia”, indicó Caballero. El técnico paraguayo quiere aprovechar que en el plantel tiene a tres compatriotas -Ernesto Cristaldo, Pablo Escóbar, Germán Centurión- y tal vez podrían llegar algunos más para reforzar la plantilla.
“Es una responsabilidad para ellos porque el técnico va ser paraguayo, si rendían un 6 o 7, ahora tendrán que rendir un 8 ó 9 porque les voy a exigir mucho más a ellos (Cristaldo, Escóbar y Centurión), eso es una buena oportunidad para que ellos sigan demostrando sus condiciones”, expresó el nuevo estratega atigrado.
Sin duda, será una ayuda el contar con jugadores del mismo país, aunque no quiere hacer ninguna diferencia en el grupo, porque desea que todos juntos vayan por el mismo lado.
“Ellos primero me tienen que ayudarme porque son paraguayos nos tenemos que ayudar entre nosotros y les voy a dejar la mayor responsabilidad”, indicó. Reconoció que es una persona con suerte por la oportunidad que tiene de dirigir un cuadro grande.
El presidente atigrado, César Salinas, le dio la bienvenida al entrenador, junto con los dirigentes Juan Pablo Revilla, René Villegas.
En las próximas horas volverá a Paraguay y retornará el 10 de junio.
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