Fútbol burocrático, chato y aburrido fue el que desplegaron los ocasionales rivales, porque ni por asomo, al menos en el local hubo coordinación y jugadas elaboradas, frente a un oponente que más allá de su entusiasmo, las cuatro a cinco ocasiones de gol que elaboró las echó al tacho por falta de categoría de sus delanteros, Vogliotti y Ríos.
En los dos periodos, el andar del Tigre se rozaron con la palidez de presentaciones que son fáciles de olvidar, porque en ningún momento apareció el libreto seguramente lo elaboraron para no dejar dudas en la búsqueda de su objetivo, esto es, de sumar de a tres. Los desajustes y distracciones se pusieron de manifiesto en defensa y la zona media, lo que incluso contagió a quienes debían llevar balones al marco de enfrente.
Por supuesto que, el que se haya ganado, no siempre deja satisfacción en quienes están para cuidar de la imagen y el respeto por la hinchada que no dejó de alentar a pesar de las condiciones adversas del tiempo, y ese descontento lo exteriorizó su propio entrenador Pablo Caballero, y su presidente César Salinas que se negó a opinar de la contienda.
De la visita, Ciclón, ayudó para que el juego se torne para el bostezo, puesto que teniendo muchas chances para desequilibrar el juego, no lo hizo, porque les faltó categoría a sus hombres llamados a cerrar jugadas claras.
LOS GOLES
El primero, fue obra de Escobar, con su mejor perfil recibió un pase quirúrgico dentro del área grande por parte de Castro, quién dejando atrás a su marca ganó metros para enviar un pase medido para el capitán que de zurda y con tiro bajo cerca al madero derecho anula la acción del meta Galindo, corría el minuto 37 del PT.
La igualdad se registró tras un corner desde la derecha que ejecutó Ramírez, y el argentino Vogliotti logró empalmar tras la licencia de los centrales del local, y el cuero se coló bajo y junto al madero derecho del arco sur. Empate transitrio cuando se jugaba el minuto 18 del complemento.
El tanto de la victoria aurinegra fue de carambola, un corner ejecutado por Escobar y en zona roja poblada Pereyra logra cabecear para que Ramallo encuentre el balón casi en la boca del arco y la empuja adentro también de cabeza (39’ ).
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