El jefe de Estado que vistió la nueva casaca del club atigrado, dijo entender las reivindicaciones y necesidades del fùtbol boliviano y de otras disciplinas deportivas.
Como siempre subrayó la obligación del Estado de atender las demandas que tienen los clubes deportivos.
Morales ratificó su compromiso de cooperar con el club, uno de los más populares y poderosos de Bolivia, con el alumbrado del estadio de Achumani, a 20 km al sur del complejo Cañada Strongest, como se designó una de las batallas de la Guerra del Chaco que enfrentó a las armas de Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935.
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