"Es algo que se tiene que dar como stronguistas; lo más importante es que los jugadores puedan esforzarse para llegar a los 90 minutos sacando físico de donde sea, con trabajo, esfuerzo y tenemos que agruparnos, ayudar uno a otro. Sabemos que vamos a sufrir algunos minutos y eso es lógico por el nivel físico, pero aprovecharemos el tiempo que tengamos para hacer daño al rival”, aseguró el DT.
Además, el técnico aseguró que será difícil mantener el ritmo que tuvo durante los primeros minutos en el clásico paceño del pasado domingo, pero para esto tiene pensado cómo manejar el partido y así ser un rival de cuidado para los brasileños. "No tendremos tanto vértigo de ir a tope a todo lado y que el equipo se desgaste de esa manera, vamos a tratar de tener el balón o de tirarlo para que ellos recorran el campo”, señaló. Acotó que espera que su plantel aproveche esas salidas que existieron contra Bolívar. Que al que le toque jugar lo haga con rapidez y claridad, con lanzamientos en profundidad precisos.
En cuanto a la preparación física del plantel, Soria fue claro al asegurar que no es la óptima que busca para el desarrollo de su juego, pero aclaró que no es una crítica al anterior cuerpo técnico atigrado debido a que, según el cochabambino, "para la forma de juego que tenían con el anterior entrenador les alcanzaba este estado físico, entonces podían desarrollar a ese ritmo el partido que él les pedía. Como a mí me gusta jugar, la preparación física que tiene no alcanza, es muy difícil que mejoremos su nivel físico, para esto necesitamos muchos más días de trabajo”.
Soria, por este mismo aspecto, descartó la posibilidad de jugar con línea de tres en el fondo. "Tengo sólo ocho días de trabajo en el equipo. Ellos (los atigrados) no tienen esa cultura del funcionamiento de otro sistema, sólo cambiamos el dibujo táctico ofensivo”.
Práctica y reconocimiento
El cuadro atigrado trabajó ayer por la mañana en la villa deportiva del rival de Sao Paulo, Palmeiras, lugar donde se desarrolló una labor de más de dos horas que fue a puerta cerrada, pero por lo que dijo el técnico atigrado se trabajó mucho en la forma de juego que buscará hoy ante el equipo paulista. Tras la práctica retornaron al hotel, donde almorzaron y descansaron durante tres horas antes de partir al estadio Pacaembú, sede del partido de esta tarde.
En el escenario, que debido a la refacción del Morumbí ahora alberga los partidos de local de Sao Paulo, los atigrados sólo reconocieron el césped, no realizaron ninguna práctica porque el club local no lo permitió para no dañar el campo de juego.
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