“No me siento extranjero, ya no soporto que nos traten así”, manifestó muy molesto el entrenador César Farías sobre el altercado que tuvo en la cancha del estadio Hernando Siles con Bejamín Saucedo, delegado de Oriente Petrolero. El estratega venezolano comentó que realizará una demanda ante las leyes bolivianas mediante la embajada de su país por expresiones de discriminación por parte del directivo refinero en La Paz.
El técnico atigrado descalificó la acusación que hizo Saucedo a los medios de prensa sobre un supuesto golpe cerca del ojo derecho (agresión) por parte de Farías hacia el hombre de Oriente. El incidente entre ambos ocurrió en el minuto 20 del primer tiempo por unos reclamos que llegaron desde el banquillo local hacia la visita por la pérdida de tiempo de sus jugadores y también por el accionar el ingreso de la camilla a la cancha.
Farías contó su versión de los hechos, ya que él terminó como el villano al ser expulsado por el juez José Jordán y según el reglamento del campeonato, se expone a dura sanción por parte del Tribunal de Justicia Deportiva. “Fui a ponerle el dedo porque él se me venía encima y me estaba insultando. Yo me metí en la gresca porque estaba siendo agredido don Lino Alonso, un hombre que le dio mucho al fútbol y está hermanado con Bolivia”, comentó el DT al describir lo que sucedido en la mesa de control.
El exentrenador de la selección venezolana también comentó su disconformidad por una posible sanción hacia su persona, por lo que analizará dejar el cargo en el Tigre si es que el TJD le aplica un castigo de meses o años al llanero. “Si quieren que me vayan no tengo problema. Si me suspenden por seis meses agarró mi maleta y me voy. Pero eso no ayudará al equilibrio del fútbol boliviano”, finalizó César Farías.
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