El técnico del Tigre, César Farías, explicó en reiteradas ocasiones que los equipos se arman de atrás para delante y los números avalan el trabajo defensivo de su equipo. El onceno sabe cuándo debe presionar para recuperar la pelota y asimiló defenderse cerca de la posición del guardameta Daniel Vaca.
"Tenemos en mente mantener el cero en nuestro arco (en el clásico) y luego buscar opciones de gol”, indicó ayer el volante Wálter Veizaga, que se tiñó el cabello de color plateado. Ahora tiene un nuevo apodo, El Choco.
La ideología futbolística se asimila en cada partido y a pesar de que los rivales que llegaron al estadio Hernando Siles se dedicaron más a defenderse que a atacar, este domingo, en el superclásico de Bolivia se anticipa que será un partido diferente a los últimos, con más pierna fuerte y con pocas opciones de gol.
"The Strongest es una familia, con un líder que maneja bien todo. Los que están muchísimo tiempo acá mantienen la humildad y rápidamente (el jugador que llega) te hace sentir como en casa, así somos nosotros fuera y dentro de la cancha, como una familia”, mencionó Veizaga.
El ambiente es de los mejores en Achumani después de ganar el pasado miércoles a Blooming por 3-0 y ser protagonista del campeonato. Las risas y las bromas son constantes.
"Creo que un equipo genera ese ambiente, por lo que aprendí nosotros escogemos el ambiente que sea de los mejores para pelear arriba y hay que tener un buen grupo para pasar un buen momento”, indicó ayer el mediocampista paceño Alejandro Chumacero.
Rodrigo Vargas
El delantero atigrado Rodrigo Vargas se entrenó ayer con normalidad tras sufrir un dolor abdominal que lo dejó fuera de los compromisos con San José y Blooming.
Vargas será una opción en el onceno de Farías para el clásico del domingo. A pesar de que no quería perderse ningún partido, por recomendación del médico Jaime Espinoza no jugó en los últimos dos lances. Los jugadores aurinegros que el pasado miércoles estuvieron en el partido realizaron un trabajo regenerativo, a excepción del volante Raúl Castro, que indicó que se quedó en el gimnasio para trabajar.
El resto del plantel realizó una labor en espacio reducido con la participación de los arqueros.
En dicha sesión hubo un roce entre el defensa Fernando Marteli y el delantero Manuel Arteaga, por un codazo, pero el hecho no pasó a mayores.
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