A pesar de jugar en condición de visitantes, los atigrados mostraron un buen despliegue futbolístico, en varios pasajes del partido “asfixiaron” al elenco de la banda roja. The Strongest tuvo la iniciativa desde el primer minuto de haber comenzado el cotejo, el mediocampista Alejandro Chumacero -quien volvió a vestir la casaca atigrada tras más de cinco meses- y lo hizo de buena manera.
Ayer se vió que el futbolista paceño ya superó su lesión y demostró que tiene la intención de recuperar todo el tiempo perdido. No estuvo Pablo Escobar por una dolencia estomacal, pero igual, el Tigre se di modos para complicar a su rival. Por su parte, el elenco de la Villa Imperial también demostró que tiene con qué, jugadores hábiles en ofensiva, el charrúa Javier Sanguinetti fue quien más dolor de cabeza generó al golero Daniel Vaca. Sin ganadores ni perdedores terminó el primer tiempo. En la segunda mitad se repitió el mismo monólogo, The Strongest intentó sentar predominio, su rival lo mismo, pero se generaron pocas opciones en los primeros minutos. El partido a partir del minuto 60 se vio demasiado soporífero, el equipo de Nacional no se atrevió o no pudo desplegar todo su potencial ofensivo.
Casi al finalizar el partido hubo más de una jugada de peligro en la valla atigrada, el delantero Javier Sanguinetti sacó un remate potente que exigió al portero de The Strongest quien tuvo que extremar recursos para evitar la caída de su portería. Además, en un par de ocasiones más, tanto Martín Palavicini como Mariano Ramírez estuvieron cerca de batir la valla atigrada, pero estaba Daniel Vaca y no iba a permitir un gol en contra. No hubo tiempo para más el lance entre atigrados y potosinos terminó con un pálido empate. La poca gente que se dio cita ayer en el estadio Víctor Agustín Ugarte salió molesta por el flojo desempeño de su equipo.
Los atigrados salieron conformes del escenario potosino, porque entendieron que al frente estuvo un tozudo rival que les complió sobre el final.
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