Escobar siempre fue sinónimo de gol desde que retornó al club a mediados de 2011, en cada torneo se constituía como el hombre más peligroso del plantel e incluso superó a varios de sus compañeros que tenían la función de delanteros y la misión de marcar goles.
Sin embargo algo le pasaba a Escobar durante estos meses, su último gol fue el 14 de febrero pasado en el clásico contra Bolívar (que acabó 2-2), a partir de esa fecha no metió más goles con The Strongest en el torneo local.
Escobar ya había anotado un par de anotaciones por la Copa Libertadores de América, pero en la Liga sufría por volver a festejar junto a sus compañeros.
Su retorno a la selección boliviana, luego de un año de ausencia, fue muy auspicioso, en su primer partido anotó en el triunfo boliviano sobre Perú (2-0) mediante un tiro libre, hizo lo mismo contra Ecuador con dos jugadas personales para marcar los dos tantos en el empate 2-2 en La Paz.
Sin embargo aún quedaba la deuda de marcar con el Tigre en la Liga, algo que se sentía a lo lejos.
Fue a los 84 minutos del partido de The Strongest contra Oriente, Escobar se llevó el balón y fue trabado por el uruguayo Hugo Souza, el capitán atigrado rápidamente tomó el balón para acabar con la sequía.
Fiel a su estilo, Escobar dio unos tres pasos, miró al arquero y tiró a la derecha de Viscarra quien intuyó pero no pudo atajar el remate del 10 paraguayo-boliviano.
Fueron ocho meses de espera, Escobar volvió a festejar, sumó otro tanto más a su historial de goles que ya superan los dos centenares.
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