Al solo igualar ante Blooming, el miércoles en Santa Cruz (0-0), The Strongest le dejó en bandeja a Bolívar la posibilidad de ampliar otra vez la diferencia a 5 puntos, en la lucha entre ambos por el título del torneo Apertura.
Ahora, la Academia sigue al frente con 32 unidades, pero aún debe jugar el jueves (20.00) con San José en La Paz, con la posibilidad de llegar a 35; mientras el Tigre, al sumar casi nada en el Tahuichi, tiene 30.
Si The Strongest tenía la intención de ganar no jugó para ello. De nuevo se notó sólido de mitad de cancha para atrás, por algo es el equipo menos batido del torneo (7 goles en contra), pero para adelante hizo muy poco, y aunque ya son 13 partidos seguidos que no pierde, también es el que más empates tiene: seis con el de ayer.
En el primer tiempo, celestes y atigrados se repartieron el control de la pelota, incluso a veces el Tigre la tuvo más, pero coincidieron en algo, su falta de profundidad y, por tanto, las opciones de gol fueron casi nulas.
Las intenciones de uno y otro eran parecidas, tratar de dominar e ir al frente, pero sus limitaciones ofensivas eran evidentes y por eso los arqueros se llevaron pocos sustos. Blooming apenas tuvo un disparo de Joselito Vaca a los 4 minutos, la pelota pegó en un zaguero y se fue al tiro de esquina.
Y la más clara de The Strongest llegó en el final, a los 45’, con un disparo de Manuel Arteaga, bajo, rasante y cruzado, apenas desviado.
Todo lo demás no pasó de meros intentos, en algunos casos de jugadas iniciadas bien, pero terminadas mal.
En el segundo tiempo los dos levantaron su juego de mitad de cancha para adelante y los arqueros tuvieron más trabajo, incluso hubo lapsos en que el partido se hizo de ida y vuelta, con la sensación de que el gol iba a llegar.
En ese intercambio de golpes, a los 13 minutos Arteaga no llegó a tiempo al segundo palo luego de un pase de Escobar, y poquito después, el que se salvó fue The Strongest, porque un tiro de Juan Pablo Alemán, que iba camino a la red, hizo pegar la pelota en su compañero Joao Paulo Sales.
A sabiendas de que necesitaba ganar, el Tigre comenzó a presionar con la batuta de Pablo Escobar: una vez rechazó la zaga, en otra Arteaga definió muy débil y en la tercera el capitán se fue al fondo, pero no tuvo la visión de pasar hacia atrás y su disparo generó un tiro de esquina sin consecuencias.
A punto del pitazo final, los dos tuvieron el gol: Escobar hizo estrellar la pelota en el palo y Mario Pinedo no pudo conectar un centro en un contragolpe de Blooming.
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