Pablo Escobar se marchó feliz del Gilberto Parada, preguntó por el balón Golty con el que anotó tres goles y le dijeron que se lo iban a entregar a utilería. Escobar demostró que la pólvora no está mojada. “Hicimos un gran sacrificio para obtener este gran resultado, la intención era seguir pegados al puntero, así que cumplimos el objetivo”, dijo rebosante de felicidad. En torno a sus tres goles, dijo que estuvo certero, gracias a sus compañeros: “me tocó anotar, pero hay que destacar el sacrificio de mis compañeros, el rival también tiene un gran entrenador (Hugo Sosa) ojalá que tenga continuidad”. Se acordó de su hija quien se graduaba del colegio justo ayer, “estamos orgullosos de ella, feliz porque la familia está por buen camino”, remarcó. “Vamos a pelear hasta el final, como cuenta nuestra historia, felices de defenderlo”, concluyó.
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