Entre 1989 y 1994 fue el “10” de The Strongest, entonces era un referente del club. Y hoy, más de 20 años después, es un ícono y un histórico del Tigre.
En su momento fue líder, figura y capitán, cartas suficientes por los que el directorio actual decidió el año pasado, desde enero, nombrarlo coordinador general de las escuelas de fútbol y técnico de la división profesional.
— ¿Qué es coordinar las divisiones inferiores?
— Es organizar, transmitir una línea, hablar con los padres. Una vez por semana estoy en cada escuela acompañando a los chicos, solucionando los problemas, tratando de mejorar. Hemos incorporado un seguro médico obligatorio, los chicos ahora tienen una ficha médica y estamos trabajando con psicólogos, lo hacemos de manera integral para que no solo estén bien preparados para el fútbol, sino también para la vida, porque a través del deporte se educa. Cuando yo llegué no había una coyuntura bien establecida, de a poquito fuimos organizando.
— ¿Desde qué edad los chicos llegan a las escuelas?
— Tenemos chicos desde los 6 años y participamos en distintos torneos. A mí, lo que me interesa es que ellos no solo tengan un entrenamiento, sino que también tengan una competencia porque es lo que estimula, lo que eleva el rendimiento, para ellos es un pequeño desafío que les permite seguir creciendo en busca del sueño que todos tienen de llegar a ser jugadores profesionales. Nosotros, desde las escuelas vamos incorporando jugadores a la Sub-15, a la 17 y algunos ya están en la 19.
— ¿Cuántas escuelas tiene el Tigre?
— En El Alto, la de la Yungas y Achumani, además de las divisiones Sub-15, Sub-17 y Sub-19 (preprofesional). Trato que entre todas podamos compartir en fiestas, nos juntemos, porque yo quiero confraternizar y no rivalizar entre nosotros, pues pertenecemos a la misma casa.
Luna en un cotejo con The Strongest frente a Blooming por la Liga. Foto: La Razón Archivo
— ¿Y qué evaluación hace del trabajo en este tiempo?
— Creo que se ha hecho un buen trabajo, pero hay muchas cosas por mejorar, por afianzar y por conseguir. Los objetivos siempre han sido los mismos y lo más importante es que vamos avanzando. Además, soy el técnico de la Sub-19, el técnico del torneo de Promoción y Reservas de la Liga, y ahora también del campeonato de la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés) lo que me permite tener bastante trabajo, pero todo con amor y cariño porque en definitiva es para lo que uno está.
— ¿Cómo se coordina el trabajo con el técnico del primer plantel?
— Siempre hemos tratado de estar a disposición porque en definitiva uno trabaja para ayudar y trata de brindar lo mejor, complementar su labor dándole lo que precisa, también dándoles ritmo a los jugadores del primer equipo. Hasta ahora han sido varios los jugadores de una anterior camada que han subido y de la actual tenemos a Richet Gómez, Freddy Larrea, Stefano Ardaya. Entre otros, de a poquito se van formando y todo eso es un trabajo en conjunto con el técnico del primer plantel.
— ¿Cómo es para usted ser un formador de niños y jóvenes en el club en el cual brilló siendo futbolista?
— Nunca pensé en que podía recibir tanto afecto y cariño de la gente a pesar de que han transcurrido varios años. Si bien mi etapa de jugador fue exitosa, jamás se me pasó por la cabeza que me iban a tratar como a un ícono de la institución, no tengo palabras, solo agradecimiento, es algo que uno siente dentro de su espíritu y es como una caricia en el alma. A veces me pongo a hablar con mi familia y la verdad es que estamos sorprendidos por el afecto que me brinda la gente, que en muchos casos ni me ha visto jugar. Acá estoy contento, mi familia mucho más y estoy haciendo lo que me gusta.
— ¿Qué significa Bolivia para usted?
— Soy un agradecido a este bendito país, porque estuve tres años en Wilstermann, uno en Litoral, casi siete en The Strongest... El tiempo pasa, pero uno recuerda. Los mejores años de mi vida futbolística los pasé aquí y ahora estoy insertado nuevamente en el club. Me siento un afortunado por lo que conseguí futbolísticamente y por el trabajo que tengo ahora.
— ¿Hoy The Strongest es una mejor institución?
— Mucho más moderna de cuando yo estaba, la concentración se ha actualizado, estamos en un club de primer nivel y eso hace que las exigencias estén arriba y la gente esté siempre luchando para tener una participación en torneos internacionales, para que lleguemos más lejos, porque ésa es la característica que significa estar en un club grande. Uno siempre está dispuesto a colaborar, pero a veces no pasa por un deseo personal, hay que evaluar lo que uno ha hecho. Mi deseo es poder continuar y ojalá pueda estar muchos años en el club.
No hay comentarios:
Publicar un comentario