Más allá del flojo rendimiento que tuvo el Tigre en el segundo tiempo, con este triunfo el equipo decano sumó 21 unidades y está a dos unidades del líder, Bolívar.
The Strongest tomó la iniciativa desde el inicio del lance, porque la filosofía de su juego así lo manda, pero también porque su rival le cedió terreno, con una propuesta muy conservadora.
Con el rival metido en su sector defensivo, el aurinegro buscó por todos los medios llegar al área contraria. Intentó haciendo circular el balón, pero también con remates de larga distancia. Alejandro Chumacero y Raúl Castro buscaron inquietar al meta Rubén Cordano, pero sus disparos no tuvieron precisión.
Cuando al Tigre le costaba generar jugadas de peligro, llegó un error por doble partida de los celestes, que perdieron el balón en saque de costado, a lo que se sumó un mal cruce de Pablo de Miranda, quien no pudo interceptar el balón y permitió a Pablo Escobar quedar solo frente al arquero rival, al que superó con un toque sutil, para poner el 1 -0, a los 16 minutos del compromiso.
El gol no cambió la característica del choque, The Strongest siguió atacando ante un adversario conservador, que simplemente apostó a los pelotazos para sus delanteros, Alejandro Quintana y César Pereira; una propuesta muy pobre para un equipo que quiere ser campeón.
El cierre de esta etapa cayó en la monotonía, con un Tigre sin intensidad en su juego y un Blooming poco ambicioso, que recién llegó al arco defendido por Daniel Vaca con un remate de Pereira a los 41 minutos.
Para el segundo tiempo el técnico atigrado, Daniel Farías, cambió su sistema de juego. Pasó de una línea de cuatro jugadores en el fondo a una de tres, retrocediendo a Diego Wayar, para que el tarijeño cumpla la función de stoper.
Esa modificación desorganizó el trabajo de la defensa local, que lo aprovechó Blooming, que estuvo cerca del empate, pero Daniel Vaca lo impidió al tapar el cabezazo de De Miranda y el remate de Pereira, en los minutos siete y nueve, respectivamente. Blooming se dio cuenta que podía al menos empatar y fue más ambicioso, lo que originó un partido de mayor intensidad.
En un ataque del local, a los 15 minutos de la etapa complementaria, el árbitro Álvaro Campos cometió un error garrafal al no cobrar un penal para el decano, por una mano en el área de Maximiliano Ortiz.
El Tigre se complicó solo y para colmo de males sufrió la baja por lesión de Luis Maldonado, que obligó a Farías a modificar nuevamente su planteamiento. Como en los viejos tiempos el cuadro de Achumani volvió a terminar el partido sufriendo, desordenado y pidiendo hora. A Blooming le faltó mayor ambición para al menos irse con un punto del escenario deportivo de Miraflores.
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