Alejandro Chumacero cerró ayer su segundo ciclo en The Strongest, el club que lo formó y lo catapultó al profesionalismo.
Se va con la ilusión de volver a jugar en el exterior, muy probablemente en el Puebla, de México.
Más de 10 años ya pasaron desde aquella tarde del sábado 2 de junio de 2007 cuando Chumacero hacía su debut en la Liga, defendiendo los colores del Tigre. Sin embargo, el romance con la hinchada del decano del fútbol profesional, esa que ayer coreó su apellido en el estadio Rafael Mendoza, comenzó mucho antes.
En los albores de este siglo, un niño con el cabello dorado comenzaba a ganarse el cariño del pueblo aurinegro, haciendo de las suyas en los entretiempos de los partidos de la Liga en los que jugaba el primer plantel.
Fue parte de la escuela Antonio Asbún, hoy La Cañada, donde se formó como jugador de fútbol y donde aprendió a querer la camiseta con los colores amarillo y negro, del viejo y querido Tigre.
Pasaron los años y el 2 de junio de 2007 fue el gran día para Chumacero. Su debut en Primera División no pudo ser mejor, ya que a los 38 minutos de haber iniciado su carrera profesional marcaba el segundo gol para su equipo, que esa tarde derrotó 2-1 a Universitario.
Pese al gran inicio, Chumacero no pudo mantener el nivel y fue perdiendo espacio en el equipo profesional, a tal punto que en algunas oportunidades tuvo que formar parte de la Sub-20 de The Strongest. En 2009, con la asunción de Sandro Coelho como técnico del primer plantel, el brasileño se fijó en ese mediocampista del que tanto se había hablado.
Coelho no sólo volvió a promocionarlo, sino también le dio la confianza necesaria para que se consolide y día a día vaya subiendo su nivel, hasta ser titular indiscutido, referente del platel y posteriormente tener un lugar en la Selección.
Con Chumacero afianzado en el onceno titular de los aurinegros, llegó el momento de gloria, el primer título de campeón el 2011, para luego tener un exitoso 2012, que lo vio jugar su primera Copa Libertadores y luego consagrarse con su Tigre como tricampeón de la Liga.
Esta carrera ascendente le permitió a Chumacero hacer realidad uno de sus sueños: jugar en el exterior. En 2013 el Sport Recife, que en ese momento buscaba volver a la Serie A del fútbol de Brasil, contrató sus servicios.
El paso del futbolista paceño por el cuadro del vecino país no fue muy auspicioso.
Una lesión en una de sus rodillas le impidió rendir como acostumbraba y al año siguiente tuvo que emprender retorno al país para iniciar su segundo ciclo en The Strongest.
Pieza fundamental en los diferentes equipos del cuadro de Achumani, el volante fue madurando futbolísticamente con el transcurso de los años y las constantes batallas en Copa Libertadores. Luego de ganar el título del 2016 en forma épica, el ídolo atigrado disputó a gran nivel la Libertadores de este año, donde marcó ocho goles y estuvo cerca de ser el máximo anotador del certamen.
Ese rendimiento hizo que a mediados de año Independiente de Argentina, Nacaxa de México y el Goias de Brasil quieran contar con sus servicios. Pese a las ofertas Chumacero prefirió quedarse hasta fin de año y cumplir su contrato.
Sus últimos días en el club de Achumani no fueron del todo tranquilos. Un cruce de palabras con el presidente del decano, César Salinas, enfrió la relación, a tal punto de que Chuma expresó su deseo de dejar el club para ir a jugar al exterior.
La negativa de Chumacero de fichar por un club del extranjero molestó al titular aurinegro, que en reiteradas oportunidades criticó el accionar del futbolista, quien le hizo un par de desplantes.
Con disculpas de por medio y con una relación fría con el directorio, Chumacero pone fin a esta su segunda etapa en el club, cuyos hinchas ayer le mostraron una vez más el cariño que sienten por él.
Enojo y problemas
Ramallo Rodrigo Ramallo fue sustituido en el segundo tiempo y no ocultó su molestia. Protestó y pateó una publicidad estática.
Problemas Las dos hinchadas se enfrentaron. Hubo al menos cuatro enfrentamientos que fueron controlados por la Policía con gas lacrimógeno, pese a eso hubo hinchas con golpes.