La paciencia de la dirigencia atigrada se acorta, debido que Carcelén debía estar la semana pasada entrenándose con el plantel, pero por problemas familiares tuvo que quedarse en su país.
La dirigencia a pesar de entender la situación de Carcelén debe tomar decisiones. El plantel trabaja sin parar, con la mente puesta en el inicio del campeonato Apertura (el 27 de enero) y la Copa Libertadores.
Lo único que falta es la llegada de Carcelén para cerrar las contrataciones, de no llegar hoy, se analizarán nuevos defensores para cubrir la plaza dejada por el uruguayo Luis Maldonado que se marchó al Peñarol de Uruguay.
El plantel atigrado continúa con el trabajo físico en la pretemporada y el fin de semana se jugará ante un equipo peruano de primera división en el Rafael Mendoza.
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