El Tigre dista mucho al que hizo ilusionar a toda su hinchada la temporada pasada. No tiene ni solvencia defensiva ni peso ofensivo y termina siendo presa fácil de rivales que con poco le hacen mucho daño.
Ayer tuvo, a lo sumo, 20 minutos interesantes. Logró implementar una presión alta que impedía la salida del equipo argentino y pudo ponerse en ventaja.
Las dos jugadas más peligrosas que el Tigre originó pasaron por pies de Escobar. El primero mediante un tiro libre que rebotó en un defensa argentino y pasó pegado al palo de Batalla; y el segundo tras una jugada individual y una excelente habilitación para Marvin Bejarano, que solo frente al arquero rival no supo definir la jugada.
Esas dos jugadas fueron un llamado de atención para el local, que se empezó a acomodar mejor en el campo y bajo la batuta de su emblema, la ‘Pulga’ Rodríguez, desnudó todas las falencias defensivas del aurinegro.
Así llegaron los dos primeros goles. Pelotazos a la espalda de Martelli descompaginaron a toda la defensa aurinegra y permitieron que el ‘decano’ argentino anote dos veces en menos de 15 minutos, mediante Diaz (31’) y Núñez (45’).
Nuevamente una pelota filtrada por las espaldas de Martelli permitió lanzar un centro raso que fue concretado por Rodríguez (90'), la gran figura que tuvo el partido jugado anoche en Argentina.
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