El cuadro académico estaba convencido que daría la vuelta olímpica por tercera ocasión seguida, luego del bicampeonato conseguido al mando del español Beñat San José, pero no sucedió porque no se nota la mano del entrenador brasileño Vinícius Eutrópio.
Las sentidas bajas de Ronald Raldes (en defensa) y Marcos Riquelme (en la delantera) influyeron en el rendimiento de Bolívar. El primero estaba suspendido, no había la voz de mando en la última línea; el segundo sufrió una lesión y dejó solo a William Ferreira.
Al margen de los errores del celeste y las ausencias, el Tigre empleó ayer un buen trabajo táctico, casi siempre bien agrupado en la parte defensiva, escalonado para marcar y apeló a los contragolpes.
El primer tiempo fue dominio atigrado, se le hizo fácil a la última línea anticipar a los delanteros (Juan Miguel Callejón, Juan Carlos Arce y William Ferreira).
Los atigrados tuvieron varios remates a la portería de Rómel Quiñónez, la mayoría desviados.
Por su lado, Bolívar intentó con pelotazos que partieron desde la última línea.
Sin embargo, la jugada más discutida en el primer tiempo fue la infracción de Marvin Bejarano sobre Erwin Saavedra, dentro del área, el juez Raúl Orosco no cobró nada.
Con el marcador igualado se marcharon ambos equipos a los vestuarios.
En el segundo tiempo, The Strongest no cambió su manera de jugar.
La apertura del marcador se dio a través de un tiro libre de Jhasmani Campos, la zurda espectacular hizo una caricia al balón que ingresó en el ángulo izquierdo de Quiñónez que no pudo evitar el 1-0 (47’).
Acto seguido, una corrida de Callejón que ingresó en el área y le cometieron infracción. Otra vez, Orosco no cobró nada (52’). De contragolpe pudo ampliar la diferencia, pero Cristian Novoa no estaba metido en el encuentro, al enfrentar a Quiñónez perdió la chance de poner el 2-0 (60’).
Bolívar a puro empuje, mostró carácter para buscar el empate. Una buena jugada de Leonel Justiniano, por derecha, cedió para Saavedra que mandó el centro retrasado para la ubicación de William Ferreira que marcó el 1-1 (77’).
La recta final del encuentro fue emocionante, con el Tigre que sacaba todo lo que le llegaba y Bolívar intentó con los pelotazos.
La última opción fue para Ferreira intentó levantar el balón ante la salida del portero Vaca, quien lo presionó y despejó el esférico (94’). El Tigre celebró el pase a la final del Apertura.
Paulo Apaza
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