Eutrópio sabía que en las bandas tenía argumentos para hacer daño al Tigre.
El técnico atigrado César Farías puso un dispositivo defensivo en todo el partido, pero en el primer tiempo no dio resultado porque Jhasmani Campos le costó agarrar la marca de Rodríguez y a Edis Ibargüen de la misma manera con Flores.
Farías dio trabajo defensivo a jugadores que tenían que acompañar a Pablo Escobar, quien en la primera etapa no entró en juego porque no le llegaba la pelota.
Los laterales del Tigre: Marvin Bejarano (izquierda) y Maximiliano Ortiz (derecha) la pasaron mal en todo el primer tiempo.
Sin embargo, la garra, la actitud, acompañados a un mejor orden en lo defensivo ayudó a los laterales atigrados a sostener la marca de Callejón y Arce.
La libertad que tuvieron en el primer tiempo ya no fue lo mismo en el segunda etapa. Bolívar no encontró otra respuesta en la parte táctica para cambiar el rumbo.
Farías fiel a su estilo, cuando su equipo es superado en el campo de juego, lo que ordena es el repliegue y apuesta por una jugada individual o una jugada de pelota parada.
Finalmente le dio resultado con un tremendo zapatazo de Pablo Escobar.
Eutrópio intentó tarde cambiar el rumbo con el ingreso de Damián Lizio, Jaime Arrascaita y Eduardo Fierro. Los tres no tuvieron incidencia en el partido porque ingresaron cuando el equipo perdía y sus compañeros estaban ansiosos y molestos con algunas actitudes de los jugadores contrarios. Farías le ganó la pulseta a Eutrópio a su estilo. El brasileño pagó caro la ineficacia de sus jugadores.
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