Hace 20 años, no recuerda bien si fue en marzo o mayo de 1998, Zacarías Moy Muiba (Trinidad, 10 de junio de 1969) llegó a The Strongest para ser ayudante de útiles, los primeros años como colaborador de Fernando Ponce y Justo Morales, y desde 2000 como el encargado principal.
Para “Zaca” —como le dicen los jugadores— llegar al Tigre fue cumplir el sueño de niño, porque —asegura— es “atigrado desde las raíces”.
Recuerda que en su natal Trinidad su padre tenía un equipo cuyo nombre era también The Strongest y desde entonces, cuando tenía cinco o seis años, le agarró cariño al cuadro de la familia y también al club paceño. Admite que siempre le gustó el fútbol, pero no fue un buen jugador.
En 1994 llegó a La Paz, en pleno Mundial de Estados Unidos. Los partidos de la selección los vio aquí. Además le gustaba ver a los equipos juveniles del club en los campeonatos de la Asociación de Fútbol de La Paz y con frecuencia visitaba el estadio Rafael Mendoza para ver las prácticas desde las tribunas.
De a poco se fue haciendo conocer y un tiempo después tuvo la oportunidad de ser parte del cuerpo técnico y no se fue más. “Si Dios quiere y nos da salud, quiero seguir por muchos años más”.
La utilería en el estadio Rafael Mendoza de Achumani está al lado del vestuario de los jugadores y ahí tiene todo controlado. Alista la ropa de entrenamiento un día antes: buzos, poleras, medias, cortos, zapatos, tiene infinidad de cosas a su cargo, y siempre a mano los impermeables en caso de una lluvia sorpresiva como las de los últimos días.
Para los partidos la tarea empieza durante la semana, pues de a poco va alistando el material. “Hay que tener todo listo y que no falte nada”.
Aunque el utilero casi siempre pasa desapercibido en los clubes, su trabajo es arduo, exigente, aunque con los años ya no le resulta pesado, además cuenta con la cooperación de Mauricio Pérez.
“La verdad es que ya no me parece duro, es muy divertido mi trabajo, hay muchas tareas, pero ya sé de memoria qué hay que hacer”.
Reconoce, sin embargo, que los tiempos han cambiado y las exigencias son otras, porque para un partido oficial se llevan más cosas. “Antes, por ejemplo, solo llevaba siete balones porque calentábamos en el vestuario, ahora se llevan 15 porque la entrada en calor se hace en cancha”.
En 20 años y 13 ediciones de Copa Libertadores en sus espaldas ha conocido toda Sudamérica, también México y le gustaría ir a Europa: “Ojalá que alguna vez tengamos que jugar un torneo por allá”.
En el mismo tiempo ha visto pasar infinidad de jugadores y también directores técnicos. “Han sido muchos; pero así como llegaron también se fueron”. Así es el fútbol.
A la mayoría los recuerda con mucho cariño, en todo caso prefiere no dar nombres para no olvidarse de alguno.
“De todos aprendí algo, me dejaron muchas enseñanzas y me he llevado bien con todos, siempre han sido buenas personas y buenos amigos. Cuando alguna vez nos encontramos de casualidad nos damos grandes abrazos”.
Sobre los jugadores dice que “uno se encariña mucho (con ellos), entonces es una tristeza grande cuando se van y hay que verlos partir”.
Se le salen los nombres de Sandro Coelho y Luis Héctor Cristaldo, dos grandes jugadores de la institución en los años 90 y el nuevo milenio. “Se fueron y fue muy doloroso y yo digo ahora cómo será cuando se vaya Pablo (Escobar)”, el actual capitán.
Con su hijo Leonel Nery y el plantel festejando el título de 2016. Foto: Marcos Bonilla
Es el que más títulos ha ganado
En 20 años en el club, Zacarías Moy se puede jactar de ser el integrante del Tigre 2018 que más títulos ha conquistado: nueve en total, ocho de torneos de Liga y uno, en 2007, de la Copa AeroSur.
“Zaca” ganó con el Tigre los siguientes campeonatos: Apertura y Clausura 2003, Clausura 2004, Apertura 2011, Clausura 2011, Apertura 2012, Apertura 2013 y Apertura 2016.
Se emociona hasta las lágrimas cuando se refiere al bicampeonato de 2003, sus primeras conquistas como miembro de la institución, y al tricampeonato logrado entre 2011 y 2012, histórico en la ya desaparecida Liga del Fútbol.
Junto con Pablo Escobar y Daniel Vaca, dos referentes del club, son los únicos sobrevivientes del “Tri”.
“El bicampeonato lo llevo siempre dentro de mi corazón y el tricampeonato nunca se me va a borrar… (no puede seguir hablando del tema por la emoción)”.
Ya más calmado, cuenta que también tiene especial cariño por el título conseguido hace dos años, el famoso 24/12 (24 de diciembre) de 2016. “Se nos va a quedar para siempre en la memoria, porque pasamos una linda Navidad”.
Recuerda que no fue el único título que ganó en las fiestas de fin de año. Cuenta que el Clausura 2004 el Tigre lo ganó justo en la Navidad, al vencer en una definición en Cochabamba a Oriente. El tiempo reglamentario terminó igualado a uno y en los penales —hace notar que Mauricio Sahonero fue la figura— el Tigre se impuso por 4-3.
Por el cuerpo técnico, los jugadores y sobre todo por los dirigentes le gustaría que el Tigre gane el torneo Clausura 2018, que concluirá el 19 de diciembre.