El cuadro celeste fue protagonista y dominador neto del partido hasta que el Tigre se dio cuenta que el mejor remedio a todos sus problemas era atacar a la defensa de su rival que como en todo el campeonato dio muchas licencias.
El ecuatoriano Edison Carcelén fue un manojo de nervios en los primeros minutos del encuentro, poniendo en riesgo a la valla defendida por Daniel Vaca, que evitó un autogol a los cinco minutos.
The Strongest estaba sin rumbo en la cancha y los celestes jugaban a gusto y placer llegando por las bandas, donde la marca del equipo dirigido por César Farías no funcionaba. Sobre los 17 minutos llegó el tanto de apertura. Callejón puso en balón en profundidad para Erwin Saavedra que le ganó por la espalda a Marvin Bejarano, el orureño sacó un remate que desvió Carcelén y marcó el gol en contra, aunque en la mesa de control le dieron el tanto a Marcos Riquelme.
Hasta ahí todos los merecimientos los hizo Bolívar, pero The Strongest se acordó que a su rival de toda la vida se le hace daño atacándole y dos minutos después del gol de los académicos llegó el empate. Bejarano hizo una gran jugada por la izquierda, envió el centro y Rolando Blackburn con un taco descolocó a Laforia.
El Tigre siguió atacando y lastimando a los celestes donde más les dolía. Si alguien estuvo más cerca de llevarse el triunfo en esta etapa, ese fue el equipo de Achumani. Laforia salvó ante un cabezazo de Novoa y la más clara fue la gran jugada de Raúl Castro, que cerca a la media hora eludió a cinco rivales y su remate pegó en el poste izquierdo.
El segundo tiempo el clásico no tuvo el mismo ritmo que en la primera parte. Bolívar intentó tener la posesión de la pelota, pero a los nueve minutos se quedó sin Moisés Villarroel que vio la roja por doble tarjeta amarilla.
Con un jugador menos, Arce estuvo a punto de marcar el segundo con un tiro libre que el arquero Vaca desvió al córner.
El Tigre no supo marcar la diferencia de hombres en el terreno de juego y pese a que ingresó Henry Vaca en el ataque, los celestes se pararon bien en el sector defensivo.
A los 32’ Bolívar quedó con nueve hombres por una patada descalificadora de Justiniano en contra de Ballivián. El juez mostró la tarjeta roja al volante, pero un par de minutos después no obró de la misma forma con Edis Ibargüen.
Al final, los celestes se refugiaron bien en su campo de juego, el Tigre tenía dos hombres más, movía bien la pelota, pero Rodrigo Vargas y Vaca no pudieron desequilibrar.
Bolívar pierde dos puntos, cuatro jugadores y ahora vienen tres visitas en el interior. The Strongest tiene un mejor panorama en el calendario, pero deberá confirmarlo.
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