Wilfrido Cañellas fue un puntero izquierdo que jugaba pegado a la línea lateral y que aprovechaba su velocidad y gambeta para llegar hasta el fondo y mandar centros al corazón del área. Formó parte del plantel de The Strongest que obtuvo el primer título de la Liga correspondiente a 1977.
En las alineaciones habituales del Tigre de esa época era parte del trío de ataque con Luis Fernando Bastida, puntero derecho, y Jorge Latini, el centrodelantero.
En la sala de su domicilio en Encarnación, ciudad paraguaya que lo vio nacer, tiene un cuadro de una formación de The Strongest del primer torneo de la Liga y al hablar con Marcas Plus dice que no se olvida de nadie y que recuerda “a la perfección” su paso por el fútbol boliviano, primero cuando se jugaba en asociaciones y luego en la Liga hasta 1983. “Cómo olvidarme de ese equipo”. Y agrega con contundencia y sin dubitar. “Fue el mejor plantel que se vio en los más de 100 años de vida que tiene el club muy querido por mí”.
Se siente muy identificado con el amarillo y el negro porque antes de venir a Bolivia militó en Guaraní y sus inicios fueron en el club Universal de su ciudad natal, clubes que se distinguen justamente con esos colores. Pero fue en The Strongest donde festejó la primera conquista y fue protagonista en muchos partidos.
Su venida al país se dio gracias a las gestiones que hizo Arturo López, técnico de Chaco Petrolero. “Me vio, hizo la propuesta y se dio de manera fácil. Los clubes hicieron un trueque, yo fui a Bolivia y mi compadre Ovidio Messa fue transferido a Guaraní”.
Bolívar y The Strongest mostraron interés, pero esa vez no se dio: “Chaco se avivó y pidió una fortuna, creía que yo era Cristiano Ronaldo”.
Volvió a Paraguay, pero como el club paceño era dueño de su pase fue cedido a Petrolero de Cochabamba y luego a Mariscal Santa Cruz de La Paz hasta que en 1976 hubo una propuesta seria de The Strongest.
“Para ese tiempo Messa había vuelto de Paraguay y como el dueño era Chaco nos vendió a los dos por la bonita suma de 25.000 dólares. Hoy creo que un jugador de The Strongest gana esa cantidad al mes”, dice y ríe a carcajadas.
En el Tigre fue donde mejor le fue. Al año siguiente se fundó la Liga y se consagró primer campeón. “Me entendía a la perfección con Messa y Latini. Ovidio ponía cada pelota al vacío y con velocidad yo llegaba hasta el fondo y mandaba el centro para que Latini hiciera el gol. Así de simple era el fútbol de mi época; en cambio, ahora es diferente”.
Festejó el título luego del triunfo por 3-1 en la definición contra Oriente Petrolero en el estadio Félix Capriles de Cochabamba. “Se armó un equipo fuerte, recuerdo que para clasificar a la final le ganamos un clásico a Bolívar”.
Militó en el club de Achumani hasta 1983. Luego le entregaron su pase y se vinculó a Chaco Petrolero. “Ahí me despedí y recuerdo que le hice un gol a Luis Galarza en el partido contra The Strongest”.
En su domicilio con su camiseta conmemorativa de los 100 años de The Strongest. En la pared la foto del primer campeón de la Liga. Foto: Wilfrido Cañellas
Muchas anécdotas tiene, una se dio cuando estuvo en el Tigre el técnico Carlos Sanabria, quien le dijo que era el primer paraguayo cobarde que había visto.
“Era el encargado de los penales en el plantel, pero en un partido frente a Oriente hubo dos a favor, no los quise patear porque seguía frío, había entrado minutos antes. El primer tiro lo convirtió Luis Galarza a Hebert Hoyos, el segundo falló y Oriente fue campeón. Ahí me dijo eso el técnico Sanabria”.
‘69 años bien bailados’
“Soy del 49 (1949), tengo 69 años bien bailados. Recuerdo todo lo que pasé en Bolivia”.
Sigue jugando al fútbol en la categoría seniors en Encarnación, Paraguay. “Apenas me operaron una vez por un desgarro que tuve en La Paz, pero volví a jugar. Sigo con las ganas de siempre para seguir corriendo detrás de una pelota en cualquier cancha”.
Se retiró del fútbol a los 34 años, siendo que tenía cuerda para seguir, pero cuenta que prefirió regresar a su país y estar al lado de sus padres.
Intentó la carrera de la dirección técnica, aunque rápido se desanimó. “En ciudades del interior de Paraguay no es bueno ser DT”, señala.
Sigue al fútbol boliviano por los medios y porque su hijo David reside en La Paz, es boliviano, y le tiene al tanto de la actividad. “Sé lo que pasa con mi The Strongest”.
Recuerda que cuando Carlos D. Mesa Gisbert era Presidente de Bolivia fue a Paraguay para dar una charla en una universidad y pudo saludarlo.
“Le dije si reconocía a un jugador que estuvo en The Strongest. El presidente me dijo: ‘dígame su nombre’ y cuando le dije Wilfrido, rápido me respondió ‘Cañellas’ y agregó: ‘Cómo olvidarlo con su cabellera larga y corriendo por la punta izquierda’. Me emocionó esa parte porque pasé lindos años en Bolivia”.
No lo invitaron para el centenario de fundación del club, tampoco estuvo en la reunión de los protagonistas del primer título. “Seguro no me pudieron ubicar, pero pronto se dará”.
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