El pasado 24 de junio en un hecho inédito, el Club The Strongest proclamó como presidenta a la señora Inés, esposa del ex – titular Cesar Salinas, sucediéndole a su sobrino Henry Salinas, luego de un mes de búsqueda de un candidato para que asuma el cargo, que según comentarios tiene obligaciones económicas que acobardaban a los ex directivos para asumir esta responsabilidad, convirtiéndose los mismos en tristes “figuretis” que están presentes cuando hay cenas por el aniversario del Club o llevando la ofrenda floral a los pies de Pedro Domingo Murillo cada ocho de abril, a sabiendas que desde sus gestiones se arrastran deudas que alegremente contraían dejando al siguiente un club quebrado. Cuando César Salinas ingresó al club un 24 de octubre de 2014, encontró una entidad bombardeada por deudas, sueldos devengados a los jugadores, beneficios sociales en ejecución de fallos, falta de salarios al personal administrativo y de logística, falta de control en el Complejo de Achumani y se puso manos a la obra acompañado de su pareja, doña Inés. Quizás una gran mayoría de los hinchas atigrados desconozcan que la actual presidenta atendía en las oficinas del Club de la calle Colón sin escatimar horarios porque había que aprender junto a su esposo cómo administrar un Club y que lastimosamente muchos “vividores” del fútbol se sirvieron de la pareja cobrando jugosos “bonos” para ejercer como delegados y representantes de la institución ante la ex Liga y la Federación Boliviana de Fútbol. Es decir que el cargo entró con sangre y gracias al vigor y la fortaleza de la familia Salinas los éxitos empezaron a sumar dando tranquilidad y confianza a todos los dependientes y acreedores de la institución. Todo ese panorama nos muestra que doña Inés se las sabe todas. Conoce de cerca a los amigos y a los que no lo son. Diferencia entre los leales y los que se sirven del club sin aportar un solo centavo, ingresando al estadio como si fuera su casa por haber sido dirigentes, y pidiendo cuentas cuando los éxitos suman sin considerar que los mismos son producto del trabajo tesonero de la familia Salinas que arriesga hasta su patrimonio familiar, como estar condicionada ahora la presidenta a ser detenida corporalmente por incumplimiento en el pago de beneficios sociales por irresponsabilidad de los anteriores presidentes que se llevaron lo poco que quedaba en las arcas del Club, aspectos que los conocí personalmente en diálogos con la actual titular cuando administraba los recursos del club con chequera en mano en la gestión de su esposo y cumplía con el pago a los futbolistas, a los que patrociné en procesos laborales ante la justicia ordinaria. En síntesis, estamos frente a una dama que seguramente seguirá la línea de su esposo sin dar lugar a flaquezas por las adversidades que podrían venir a lo largo de su gestión, porque ella conoce como la palma de su mano a todos quienes la rodean y trabajaron para conseguir campeonatos. Éxitos doña Inés.
Dr. Edgar Linares Mariscal, fundador y ex asesor legal de Fabol
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