El directorio y los jugadores llegaron a un acuerdo de reducción salarial para los meses de marzo, abril y mayo. Hace unos días, la presidenta del club, Inés Quispe de Salinas, declaró que no sabe de dónde va a obtener recursos para cumplir con sus obligaciones a partir de junio.
“Es una incertidumbre para todos. Ojalá que con el transcurrir de los días se pueda tener un panorama más amplio. Lo único que hay que hacer es esperar a ver qué decisión toman las autoridades”, dijo Bejarano.
The Strongest es uno de los pocos clubes en el país que está al día con su plantel en cuanto a pagos y Quispe de Salinas garantizó que el club cumplirá sus compromisos tal cual fueron acordados hasta mayo. Después, probablemente sea necesaria una nueva negociación.
Solo una certeza
Según Bejarano, lo único seguro por ahora es que “el fútbol no va a volver pronto porque la situación está cada vez más complicada”.
Hizo notar que, “aunque todos los jugadores estamos locos por volver a entrenar y más que todo a jugar, en este momento no es lo más conveniente”.
“Las ansias por volver y estar con los compañeros son grandes, pero sabemos que cada día está más complicado, así que no podemos arriesgar la salud, sobre todo porque atrás nuestro tenemos a una familia”.
Dio a entender que, en su momento, los futbolistas deberán analizar si una vez que se dé luz verde será una garantía volver a trabajar.
“No hay que apresurarse, no es aconsejable, porque si vas a un entrenamiento, luego llegas a tu casa, estás con tus hijos, con tu esposa y corres el riesgo de contagiarlos, es algo que no podemos permitir a estas alturas de la pandemia”.
El Tigre sigue desarrollando las prácticas por videoconferencia.
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