Ganar terreno estaba en los planes del técnico Alberto Illanes y de sus colaboradores mientras las prácticas grupales estén prohibidas, sin embargo, la idea se ha descartado por la situación que se vive en el país como consecuencia del aumento de casos positivos por el virus, lo que genera sentimientos negativos en el grupo.
“Intentar introducir conceptos tácticos ahora va a ser difícil, no queremos llenarles la cabeza de más cosas cuando el estrés y la ansiedad son cada vez más fuertes”, dijo el entrenador.
La coyuntura sumada a los casi dos meses de encierro, pueden generar dificultades en la comprensión, concluyeron los integrantes del cuerpo técnico al momento de analizar la situación.
Labor física
Las sesiones diarias continúan abocadas a los trabajos físicos para que los jugadores se mantengan en su peso; pero para encontrar una salida a esas aflicciones se ha optado por alternar los entrenamientos con charlas de profesionales en diferentes ámbitos y también reflexiones espirituales con un pastor.
Después de varios sábados de descanso, el plantel tuvo actividad este 16, con la diferencia de que los preparadores físicos Sebastián Paraut y Mauro Petraglia se conectaron para dar las instrucciones desde Argentina, a donde viajaron gracias a un vuelo solidario que les permitió reencontrarse con sus familias.
Reducción
La presidenta Inés Quispe de Salinas ya se contactó con el entrenador para negociar una reducción salarial.
El cuerpo técnico trabajó solamente 21 días de marzo, pues asumió el 9 de ese mes, dirigió dos partidos ante Aurora (jueves 12) y Oriente Petrolero (domingo 15) y luego el torneo se interrumpió por el coronavirus.
El Tigre ya acordó con sus jugadores el nuevo trato económico mientras dure la cuarentena.
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