El Tigre cumplió con lo que le había prometido a su hinchada ante un aguerrido Real Potosí, que hizo difícil el encuentro, sobre todo en el primer tiempo. Pero el campeón tuvo a jugadores que mojaron la camiseta, como el caso de Marcos Barrera, Enrique Parada, Wálter Veizaga y José Gabriel Ríos.
La gente no estaba pendiente solo del partido en el Siles, sino también de lo que acontecía con el encuentro Nacional-Bolívar. Por eso cuando vino el gol de Iván Huayhuata, se festejó como si se hubiera producido un gol del atigrado, que en la cancha luchaba ante el plantel lila, que no especuló y que incluso complicó.
Durante los primeros 20 minutos de juego, todo el trámite estuvo del lado potosino, que tuvo al menos dos situaciones de gol con Bubas y Angola. Hasta que Ríos avisó con un remate de larga distancia que el buen golero paraguayo Henry Lapzcyck desvió. Luego vino la mejor jugada de la primera etapa, en la que Bubas dejó a dos atigrados pagando en el piso y con un remate de zurda casi venció el arco atigrado.
A los 39’, Enrique Parada se proyectó por la derecha y envió un centro que empalmó con la cabeza Diego Bejarano, que superó al golero potosino en buena acción colectiva (1-0). El estadio comenzó a corear: “Tigre, Tigre, Tigre”, que luego se desbordó con el gol de Nacional. En el segundo tiempo, las cosas cambiaron para Real Potosí ya que el Tigre lo esperó para salir de contragolpe.
Momentos decisivos
A los 54’ minutos se salvó el atigrado, porque un cabezazo de Méndez estuvo cerca de vencer a Vaca. Mientras que Peña remató de larga distancia y Vaca estuvo atento para desviar.
El partido estaba más para un empate que para otra cosa, pero The Strongest es un especialista en el contragolpe, y lo demostró a los 76’, cuando Reinoso se llevó el balón por la izquierda, cedió el pase a Ríos, que eliminó a su cancerbero, y con un remate bajo de zurda puso el 2-0 parcial.
Cinco minutos después, a los 81’, se concretó la goleada. Ríos cedió el pase a Chávez, quien habilitó a Reinoso, y este marcó el 3-0 ante la euforia de sus hinchas. La fiesta vino luego
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