lunes, 7 de diciembre de 2015

El Tigre logra en el final un punto de oro

El tiempo del partido agonizaba, pero la porfía de The Strongest no, y por eso en el último intento, en el primer minuto de adición, el Tigre logró el empate ante Oriente Petrolero (1-1), anoche en el estadio Tahuichi Aguilera de Santa Cruz, y quedó mejor que antes en la pelea por el título del torneo Apertura de la Liga.

El hecho de haber igualado el puntaje de Bolívar en la tabla, ambos segundos con 34 unidades cada uno, y el tener que recibir el jueves al líder Sport Boys en el Hernando Siles, reafirman con fuerza las opciones que tiene The Strongest a falta de cuatro jornadas para que concluya el campeonato.

Antes de los 90 minutos la cuestión era ganar a como dé lugar, pero con la derrota de la Academia en La Paz, la igualdad se convirtió en un punto de oro.

Fue un partido con poco para contar. Oriente comenzó ganando con un “gol de camarín” logrado a los 2 minutos por Sergio Almirón en una jugada que merecía terminar con la pelota en el fondo de la red, porque previamente Jair Torrico había salvado en la línea de sentencia la inminente caída del arco stronguista.

Rodrigo Ramallo se perdió el empate a los 8’ cuando en un mano a mano, correctamente habilitado, no pudo vencer a Marcos Arguello, quien comenzó ahí a ser la figura.

En esa primera parte el Tigre estuvo más cerca de la igualdad que Oriente de ampliar el marcador. No sucedió ni una ni otra cosa. Una “peinada” de Ernesto Cristaldo fue lo más claro.

En la segunda, la necesidad de conseguir algo hizo que The Strongest no solo dominara el juego sino se volcara al ataque, en un principio demasiado tibio.

Cuando empezó a presionar en serio, Arguello le tapó a Escobar, como también a Ernesto Cristaldo y Carlos Neumann e incluso de nuevo a Ramallo. Oriente le tenía que agradecer a su arquero que el resultado no se hubiera movido hasta ahí.

Es decir, The Strongest hizo méritos para llegar al gol, que se caía de maduro, hasta que Escobar puso el esférico como con la mano, Diego Wayar la cabeceó, ésta rebotó en el palo y Ramallo se tomó la revancha y la mandó adentro a los 46 minutos.

The Strongest vuelve a errar goles, alguno ‘cantado’

Ramiro Siles

Ramallo (der.) trata de superar la marca de Raldes.

Rodrigo Ramallo llegó a 11 goles, pero podría tener 12 si no fallaba ayer la primera opción que tuvo a los 8 minutos.

El goleador recibió la pelota bien habilitado, un zaguero de Oriente Petrolero se quedó plantado al otro extremo de la acción y dio lugar a que la jugada siguiera, pero el delantero stronguista en vez de buscar algún ángulo remató hacia el cuerpo del guardameta y ganó Marcos Arguello. Era un gol “cantado” que se frustró en el intento.

Después Ramallo se rehizo y en el final, a los 46 minutos de la segunda parte, estuvo en el momento y lugar precisos para empujar la pelota al fondo de la red.

Sin embargo, otra hubiera sido la historia si el Tigre aprovechaba mejor sus ocasiones, que además no fueron tantas.

A ratos dominó el partido, aunque sin profundidad. Cuando se animó las cosas mejoraron.

También hubo lo otro, ya sea mala suerte o la llegada justa de un rival para evitar que el esférico se metiera en su arco: por ejemplo cuando Ronald Raldes se cruzó justo ante un remate de Alejandro Chumacero.

“Pero el empate sirve. Si bien vinimos por los tres puntos, no haber perdido nos ayuda igual. Seguimos en la lucha”, dijo Ramallo, quien con 11 tantos es el mayor anotador del Tigre.

Una derrota hubiera sido inmerecida, dice Escobar

Ramiro Siles

La jugada del gol del empate que obtuvo The Strongest anoche en el estadio Tahuichi Aguilera de Santa Cruz fue iniciada por Pablo Escobar. El capitán lanzó un pase perfecto hacia el área viendo que Diego Wayar entraba con gran perspectiva para la definición.

Hubiera sido gol de Wayar si su cabezazo no daba en el palo derecho, sin embargo la pelota en vez de irse afuera cruzó todo lo ancho del arco dejando desubicado al golero Marcos Argüello y en el segundo palo apareció Rodrigo Ramallo para meterla.

“Fue un partido peleado hasta el final y creo que nosotros no merecíamos perder, es lo mínimo que nos llevamos por todas las ocasiones de gol que generamos”, sostuvo Escobar.

Desde su punto de vista, The Strongest hizo las cosas para conseguir la victoria y por eso no se mostró del todo conforme.

“Pero ya está, sumamos un punto o perdimos dos, la verdad es que no sé cómo verlo. Sin embargo, ahora estamos otra vez en carrera por el título, que era un objetivo y sabemos que todo puede pasar en la recta final”.

A The Strongest le quedan por jugar dos partidos como local y dos como visitante. Por ahora, el más importante de todos será el del jueves frente a Sport Boys en el estadio Hernando Siles.

Después tendrá dos visitas difíciles y consecutivas, frente a Wilstermann y Universitario, y cerrará su actuación recibiendo a Real Potosí en Miraflores.

Vuelve a depender de sí mismo

Ramiro Siles

The Strongest vuelve a depender de sí mismo en la lucha por el título gracias al empate logrado ayer ante Oriente Petrolero (1-1) y beneficiado también por los resultados que se dieron en los otros partidos: la igualdad de Sport Boys en Sucre ante Universitario (1-1) y la derrota de Bolívar en La Paz a manos de Ciclón (0-1).

Uno de los factores a su favor es que el jueves tiene que recibir a Sport Boys en el estadio Hernando Siles.

Antes de la jornada 18 la situación era otra, el Tigre necesitaba ganar y esperar que los otros aspirantes a la corona tropiecen. Lo primero no ocurrió, pero lo segundo sí, y el empate, por tanto, le alcanza.

Sport Boys continúa en el primer lugar con 36 unidades; The Strongest y Bolívar comparten ahora el segundo puesto, con 34 cada uno.

El partido tal vez no definitivo pero con gran importancia será el que está programado para las 20.00 del jueves. Una victoria le permitiría al Tigre tomar el liderato (llegaría a 37 puntos), lo que podría ocurrir también con Bolívar, siempre y cuando un día antes (el miércoles a las 15.00) la Academia consiga las tres unidades con una victoria en Yacuiba frente al plantel de Petrolero.

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