El primer mes de confinamiento fue el peor, pues tuvo que aprender a cocinar: “todos los días le llamaba a mi mamá, hasta Colombia, para que me enseñara y aprendí un poquito, afortunadamente pese a las dificultades no ha faltado la comida; la verdad es que en este tiempo he aprendido a sobrevivir”, dijo.
Para cocinar también se encarga de comprar sus alimentos en los días que está autorizado a salir.
A diferencia de sus compañeros uruguayos Gonzalo Castillo y Gonzalo Godoy, quienes viven cerca entre sí, Reina tiene su vivienda alejada de los demás jugadores del Tigre.
A Colombia
«Quiero estar lo más pronto posible con mi familia, ello seguramente me va a dar fuerzas para seguir adelante”, agregó.
Ya se puso en contacto con la embajada colombiana en La Paz para poder viajar, pero la única respuesta es que «está en trámite, pues somos varios los colombianos que queremos regresar al país. Uno piensa en que si va a salir o no y eso te estresa; estamos orando para que haya un vuelo y podamos viajar”.
Reina tiene el visto bueno del entrenador Alberto Illanes para viajar, pero también deberá contar con la autorización de la presidenta Inés Quispe de Salinas.
Mientras tanto el goleador se entrena por la mañana con el plantel y por la tarde realiza una tarea adicional junto con Jair Reinoso y otros compañeros a través de un programa de trabajo, conectados a un grupo de mexicanos en Miami, “cada uno poniendo lo mejor de su parte para mantenerse bien físicamente”.
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