"Es la pieza que hace que el engranaje del Club The Strongest funcione a la perfección”. Así describió César Salinas, presidente del equipo atigrado, a su esposa María Inés Quispe, quien administra los fondos que ingresan y salen de la institución aurinegra. Toda una tigresa. Una de las máximas responsables del éxito del cuadro de Achumani.
Stronguista desde niña, Quispe cumple una de las funciones más importantes en el Tigre, que es regentar al club. Trabaja junto con su esposo.
María Inés contó que le dedica al menos cuatro horas diarias al club de Achumani, pese a tener tareas en las empresas familiares que también administra.
¿Qué significa The Strongest para usted en este momento?
Desde muy joven siempre fui hincha de The Strongest, de tal manera es que cuando mi esposo fue elegido como vicepresidente con el anterior directorio, él me dijo que hay que ayudar y yo le respondí hazlo y veremos cómo te va. Entró y ayudó. Luego se dio esa triste situación por la que estaba atravesando el club, que a mí me dolió como hincha y le tuve que decir, a ver arreglemos esto, postula a la presidencia para ver si podíamos solucionar en algo la situación. Porque me dolía bastante esto de ver de que él ayudaba económicamente y el que se llevaba la flor era el anterior directorio y sobre todo el presidente Kurt (Reintsch) y eso me molestaba, no decía que el vicepresidente Salinas puso dinero e hizo eso.
Usted fue la gran promotora del proyecto...
Desde ahí nació el apoyo para manejar esto a nivel empresarial y él aceptó, pero me dijo que deberíamos invertir algo de dinero. Como todo es pasajero, trabajamos desde muy jóvenes y desde ahí nació ese apoyo mío y de mi familia hacia los proyectos que tiene César o los que tenemos en conjunto.
¿Estuvo de acuerdo desde el primer momento en que su esposo sea el presidente de The Strongest?
No había otra persona que pueda arriesgar tanto, con todas las deudas institucionales que dejaron los anteriores directorios. Hasta mi familia reclamaba sobre esta decisión por la situación económica que atravesaba el club. Ahí dije que es un reto, nosotros con mi esposo siempre lo hicimos consultándonos todo. Si hoy hacemos un mal negocio, los dos nos miramos y seguimos adelante; por eso es que se arriesgó, salió y tuvimos que afrontar todas las deudas.
El tema de las deudas es uno de los problemas que afrontó la gestión de Salinas al frente del Tigre. ¿Todavía hay déficit?
Hay bastantes y también le dije que lo ayudaría y como lo estamos haciendo ahora. No me gusta que haya tantas deudas pero tenemos que arriesgar porque es un compromiso que él se trazó y yo estoy colaborando.
¿Cómo colabora usted con la gestión de su esposo?
Siempre en la parte económica para que no se fugue el dinero. Todo lo que ingresa al club debe ser bien distribuido para poder pagar impuestos, AFP y a tantos empleados que se debe. Hay deudas como la del profesor (Félix) Berdeja que desde hace tantos años pide semejante monto, pero haciendo una buena administración como hasta el momento se pude salir adelante.
Usted es una de las figuras de The Strongest, pero su nombre nunca figura...
Yo voy a trabajar todas las mañanas en la empresa familiar, la cual también administro, y en las tardes ayudo en el club. Estoy ahí para ver lo que ingresa, lo que sale y lo que se tiene que pagar, hasta lo de los viajes.
Por eso ayudo bastante a mi esposo en la parte económica porque ahí estaban muy mal, acostumbrados a desviar el dinero o recibir comisiones.
¿Cómo se enteró de estos malos manejos?
Cuando entré, no me presentaba como la esposa de César, siempre me hacía pasar como su asistente, su secretaria o su brazo derecho. En esos momentos me llegaron a ofrecer comisiones. Yo les dije en vez de darme eso, deberían hacerme una rebaja considerable para seguir trabajando. Pese a que me reclamaban porque los anteriores lo hacían, yo respondía que ahora es un nuevo directorio y trabajamos de esta manera. Si me rebaja algo, será bienvenido, con la convicción firme de que no es para mí sino para la institución porque todo es para el club.
¿Considera que The Strongest es parte de su familia?
Hay momentos, soy mamá. Tengo cuatro hijos, lo veo como parte de una gestión de mi esposo, una empresa coyuntural porque usted sabe nada es eterno. Cada cosa tiene un principio y un fin, pero mientras Dios nos dé vida y salud, trataremos de hacer lo más que se pueda por el Tigre.
¿Cómo cambió su vida desde que César Salinas subió a la presidencia de The Strongest?
Nosotros antes teníamos una vida muy tranquila, trabajábamos, hacíamos muchas cosas con los amigos, éramos más sociables, de tal manera es que cuando llegamos al club muchas cosas se tuvieron que restringir. Teníamos compromisos sociales los fines de semana y a veces no podemos ir porque hay partidos. En cada encuentro del Tigre tenemos que hacer toda la parte logística, hay que ir a controlar y de otras cosas uno ya se abstiene, pero como es un compromiso adquirido en pareja tenemos que seguir adelante.
¿El Tigre es su familia?
Sí, porque en la manera que se puede siempre tratamos de cumplirles a los jugadores y al cuerpo técnico con sus salarios, con los premios y tratamos de cumplir al 100% con todo.
¿Cuánto aportó usted en la obtención del primer título en la era Salinas?
Yo creo que fui parte de esta obtención en un 60% o 70%, si hablamos de porcentajes. Yo tan sólo le ayudo en la administración de la parte económica, yo no me meto en eso de la contratación de jugadores, César lo hace exclusivamente con su directorio y el cuerpo técnico.
Pero la parte administrativa también es importante. En los últimos años, The Strongest se convirtió en un club bastante estable. ¿Cómo se logra esto, luego de una crisis que parecía insuperable hace un par de años?
Bueno, esto es debido a la forma de administración, que con César siempre lo hacemos conversando. Él sabe de todo el movimiento que se hace. Yo siempre, como esposa, le comento todo lo que pasa dentro del club.
¿Cuál es su jugador favorito del club en la actualidad?
Todos, no tengo ningún jugador preferido, a todos los llevo con mucho cariño. Más que todo por la buena relación que existe entre mi esposo y ellos.
¿Qué se le puede decir al hincha atigrado que vivió una fiesta a finales del año pasado, pero ahora debe comenzar una nueva etapa?
Yo quisiera que la gente atigrada siga colaborando en especial con la compra de los abonos, yendo al estadio y con esos granitos de arena la institución podrá salir adelante como lo hizo en estos últimos años en los que demostramos solidez, sobre todo en la parte económica.