Armando Angelacio, Orlando Cáceres, Hernán Andretta, Héctor Marchetti, Eduardo Arrigó, Raúl Farfán, Julio Alberto Díaz, Oswaldo Franco, Jorge Durán, Ángel Porta, Juan Iriondo, Jorge Tapia, Germán Alcázar, Óscar Flores, Diógenes Torrico, Óscar Guzmán y Ernesto Villegas (jugadores); José Ayllón (dirigente), Eustaquio Ortuño (técnico) y Felipe Aguilar (masajista) formaban parte de aquel plantel que abordó el DC-6B del Lloyd Aéreo Boliviano con matrícula CP 698 y que junto a otras 54 personas murieron en la cordillera.
Días antes, el Tigre había viajado a Santa Cruz para sostener una serie de cotejos amistosos por el aniversario de aquel departamento. El minitorneo se jugó los días 24 y 25 de septiembre con la participación de Cerro Porteño de Paraguay, The Strongest de La Paz, Petrolero y un combinado formado por la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF).
La campaña del equipo gualdinegro fue poco afortunada; perdió sus dos compromisos, no pudo anotar gol alguno y recibió siete en su portería.
El retorno de la delegación paceña estaba programado para las 14.10 del 26 de septiembre desde el aeropuerto El Trompillo, de la capital oriental. La espera fue vana, por radio se informaba que el avión desapareció y horas más tarde se confirmó la tragedia que enlutó al fútbol boliviano.
La mañana del sábado 27 de septiembre pobladores de la localidad minera de Viloco informaron que un avión se había estrellado en el sector denominado La Cancha y que los restos estaban esparcidos en un área de 1.500 metros a la redonda. Ese mismo día se inició el penoso rescate de los cuerpos de los infortunados que llegaron a La Paz en ataúdes que fueron colocados en la Catedral Metropolitana. Hubo filas y filas de gente que fue a despedir al equipo.
Se salvaron Rolando Vargas, Luis Gini y Marco Antonio Velasco, quienes no viajaron por diversos motivos. La directiva del club inició la formación de un nuevo equipo que meses después se consagró campeón paceño y luego subcampeón nacional.
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