The Strongest, la institución histórica del fútbol boliviano transita por 106 años de vida. Gran parte de sus páginas gloriosas las escribieron dirigentes y destacados deportistas. Una de esas figuras emblemáticas es el recordado Renato Sainz.
Llegó a la ciudad del Illimani proveniente de su natal Chuquisaca, lugar conocido como la ciudad de los cuatro nombres. Sainz comenzó la actividad futbolística, con base en la enseñanza de sus hermanos Eduardo, Sotero y Santiago; Lo hizo en el aguerrido equipo de “Strormers”, uno de los planteles que formaba a los mejores jugadores de la capital.
En la ciudad de La Paz, Renato Sainz se incorporó al “Colegio Militar”, donde no solo estudió sino también practicó el fútbol. Su figura deportiva fue conocida en el Primer Campeonato Nacional de Fútbol de 1926, realizado en la ciudad de Sucre. Meses después, el mismo año, el combinado boliviano, realizó su primera presentación internacional en el Noveno Campeonato Sudamericano de Fútbol, realizado en Valparaíso. En ese torneo, el representativo nacional, no cumplió según lo esperado, pues las otras selecciones mostraron su mayor experiencia en el campo de juego.
De regreso, Sainz participó nuevamente en los torneos locales con el plantel del “Colegio Militar”. Un hecho por demás significativo fue el Campeonato Nacional de 1929. Los hermanos Sainz, con el reconocido Eduardo Reyes Ortiz, jugaron para el Seleccionado de Llallagua. Ese mismo año, el deportista militar, pasó a filas de The Strongest, plantel con el cual se identificó plenamente. Al año siguiente, Renato demostró su condición en el Primer Mundial de 1930, llevado a cabo en Uruguay. Acompaño también a finales de la misma gestión al club Bolívar, en su primera gira internacional a territorio chileno.
Para 1931, cuando llegó “Deportivo Almagro” de Buenos Aires, Renato fue la figura del partido. El equipo stronguista derrotó al bonaerense por un gol, convertido por Froilán Pinilla. Sin embargo, de los 22 jugadores que actuaron, cual destaca Última Hora, “Renato Sainz el zaguero izquierdo de The Strongest, jugó como él sabe hacerlo, con limpieza, caballerosidad, coraje y técnica envidiable”.1
Sainz, fue la muralla ante la cual se estrellaron todas las tentativas de la línea delantera de “Almagro”. El mismo Recanatini, con su prestigio en canchas de casi toda América, quedó anulado ante la actuación de nuestro defensor nacional.
En el transcurso de enero de 1932, The Strongest preparó una sesión en homenaje a sus jugadores del “Colegio Militar”. En solemne acto, se entregaron medallas a los señores Jorge Chávez y Rosendo Bullaín. Asimismo, se entregó una espada al cadete Renato Saínz, que fue ascendido al grado de Subteniente.2
Cuando el fútbol boliviano estaba en un momento de progreso, vino inesperadamente la Guerra del Chaco. Este conflicto fue el golpe más duro para el deporte nacional. El clarín de llamada sonó nuevamente. La juventud, se enroló en los diferentes batallones, con trágicas consecuencias. “Muchos de los mejores atletas cayeron en los campos de batalla y el deporte se enluto”.3
Renato Saínz, acudió al llamado patriótico, pues en su condición de militar era su deber. Marchó al Chaco con el contingente del “Regimiento Azurduy”, a fines de julio de 1932, apenas había comenzado el conflicto. Estuvo en batalla memorable de “Boquerón” en septiembre. Es el lugar en el cual luego de sobrehumana defensa, cayeron varios prisioneros; entre ellos el oficial y emblemático jugador.
Estuvo prisionero en territorio paraguayo. La Federación Boliviana de Fútbol, al mando de su presidente Luis Castell Quiroga, hizo llegar un significativo “aguinaldo” de navidad al destacado deportista. La suma consistía en 50 pesos argentinos.4 Después de más de tres años de cautiverio, retorno el ejemplar militar. “El día del actual salió de Formosa con destino a Tabatirenda un contingente de 1.004 hombres de tropa y oficiales”. 5 En la extensa lista proveniente de Asunción se encontraban Alberto Taborga, Humberto Núñez del Prado, Luis Arce, Renato Sainz y Rafael Indaburo, entre los muchos nominados.
De vuelta al país, Saínz fue entrevistado por los medios escritos, pues el destacado jugador, fue ejemplar oficial en las trincheras del Chaco. Jugó todavía con la aurinegra en algún partido de homenaje de 1936. Meses después de su arribo, participa cuando con base en los ex prisioneros, se decide fundar el plantel de “Chaco Foot Ball Club”. El elenco de quienes estuvieron cautivos, significó un paso más en el surgimiento del fútbol boliviano. Su directorio estaba constituido por las siguientes personalidades: Presidente honorario, Cnl. David Toro; presidente titular, Cap. Hugo Estrada; vicepresidente, Subtte. Pedro España; secretarios, Max Murillo y Noel Mariaca; tesorero, Tte. José Mercado; capitanes, Luis Reyes y Rafael Méndez; entrenador, Tte. Renato Sainz.6
Sin duda, Sainz será recordado por sus cualidades deportivas y militares. El notable zaguero y oficial de ejército tiene un lugar privilegiado en la historia.
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