The Strongest ha clasificado a los octavos de final de la Copa Libertadores. Lo hizo después de 20 años, en el momento más indicado: el día que cumplió 106 años de vida. Como si fuese un regalo de aniversario, el Tigre logró el acceso a la siguiente fase tras una complicada victoria por 2 a 1 ante el Atlético Paranaense.
El conjunto atigrado rompió la ‘maldición’ después de dos décadas. Ahora, podrá disputar la fase de eliminación directa, en partidos de ida y vuelta, rival a conocer al término de la fase de grupos. El aurinegro avanzó con 10 puntos, detrás de Vélez Sarsfield, que logró el primer puesto con 15 unidades.
El boletó le costó caro al equipo del entrenador Eduardo Villegas. Jugó como de costumbre, alborotado en ofensiva, carente de un centro atacante que amerite vestir la camiseta oro-negro, e imprecisos en el medio sector. Quizás la zona defensiva estuvo acorde a la situación, aunque no debemos olvidar su poca aportación en el gol de la visita.
Por su parte, los brasileños argumentaron su juego en los contragolpes, mediante velocidad de sus mediapuntas: Ederson y Marcelo. Además, usó algunos principios ofensivos como los balones en profundidad y los pelotazos al internacional Adriano, una figura muy desgastada y obesa, lejos de la que brilló en Europa.
Mientras que el juego atigrado, tuvo ráfagas de buen fútbol por la banda derecha. Ese sector fue la única vía para atravesar las dos murallas de cuatro jugadores brasileños. Ya que ni los remates de media y larga distancia pasaba por la mente de los jugadores llamados a crear futbol.
Dicho esto, el gol de la apertura en el marcador llegó a los 39‘. Un centro de Nelvin Soliz al área que el defensor Manoel, en lugar de despejar el peligro, envió la pelota contra su propio arco ante la sorpresa de sus compañeros, marcado en contra.
La igualdad en las acciones surgió en una jugada que no representaba mucho peligro ya que, el abuso de talento de Raúl Castro, quien perdió el balón en salida, provocó que el equipo brasileño hilvane una jugada para penetrar en área atigrada, donde Adriano que tocaba por primera vez el balón la puso adentro marcando la igualdad (1-1, 48’), en complicidad con un pésimo movimiento defensivo de Wayar, a quien se lo premia ubicándolo de titular en partido de Copa Libertadores de América, por un gol que marcó frente a Universitario de Perú.
A The Strongest le sigue faltando jerarquía para ser titular. El central Jefferson Lopes, carentes de distancia y ubicación no fue capaz de hacer el cierre justo y un portero que decide volar cuando el aeropuerto había apagado las luces confabulan para este regalo del empate, para este ordinario Atlético Paranaense. Un plantel que en el complemento quiso cerrarse en su pórtico conformándose con la igualdad que les acercaba a la clasificación.
The Strongest ingresó en el terreno del rival con velocidad en los pase, hasta que Nelvin Soliz pisó el área grande y metió un centro que se transformó en gol, tras la pésima salida del meta Wéverton, que sólo atinó a observar como la gorda buscaba las redes de su pórtico. El Siles explotó en un grito de gol que remecía los cimientos de este legendario escenario, para transformarse en alegría pura, en todos los rincones del país como una fuerza sísmica que nos hizo despertar. Habíamos pasado a la próxima ronda después de tantos años.
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