Los jugadores del seleccionado Sub 17, en su entrenamiento en Rancagua. Jóvenes futbolistas de diez países sudamericanos, nacidos después del 1 de enero del 2000, saltarán a la cancha a contar de este jueves en dos ciudades del centro de Chile en la XVII edición del Sudamericano Sub’17, cuyo principal incentivo son cuatro plazas al Mundial de la India. Como ha ocurrido en cada uno de estos torneos, que se celebran desde 1985, además del imán que supone disputar una Copa del Mundo, los jugadores coinciden también en que el Sudamericano sea el escenario de su consagración como futbolistas y el inicio de una carrera profesional enmarcada en el éxito y la fama. Brasil, once veces campeón de estos torneos, asoma de nuevo como el gran favorito al título, escoltado por Argentina, tres veces ganador, por Colombia y Bolivia, que con un título cada una completan una corta lista de campeones. En este marco y con sus integrantes colmados de ilusiones han llegado a Chile las selecciones que a contar del 23 de febrero comenzarán a correr tras el balón en las ciudades de Rancagua y Talca, en las regiones chilenas de O’Higgins y Maule. En el estadio El Teniente de Rancagua, situada a 90 kilómetros al sur de Santiago y con capacidad para 15.600 espectadores, se disputará el Grupo A de la primera fase, que integran Bolivia, Colombia, Ecuador, Uruguay y Chile. En tanto, en el estadio Fiscal de Talca, a 260 kilómetros al sur de la capital chilena, se jugará el Grupo B, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Venezuela. La primera fase terminará el 4 de marzo y el día 7 de ese mes, el estadio El Teniente de Rancagua será el escenario del hexagonal final, que reunirá a los seis equipos que lucharán por los cuatro boletos al mundial de la India, del próximo octubre.

El delantero atigrado Rodrigo Ramallo intentará aprovechar mañana la confianza del técnico César Farías; luego de algunas semanas que sirvió para ponerse a punto en el aspecto físico y tras haber marcado un tanto en el torneo local espera volver a su cuota goleadora en la Copa Libertadores de América.

Ramallo será parte del tridente ofensivo junto con Pablo Escobar y Matías Alonso.

“Es una motivación grande estar en el equipo titular, en la Liga pude entrar y marcar. Mi mentalidad está tranquila, en paz y espero responder de la mejor manera a la confianza del DT(de Farías)”, indicó ayer Ramallo en el momento que salía del estadio Hernando Siles.

El jugador, reconocido hincha atigrado tendrá una función más por la banda izquierda, como un delantero por afuera pero con la posibilidad de hacer diagonales y estar como acompañante de Alonso o Escobar, debido a la movilidad que tiene el equipo de Farías.

“Contento porque es el objetivo de uno ser parte del onceno y poder aportar. Ahora es complicado estar dentro del onceno porque hay un grupo compacto, un grupo unido y fuerte que hace bien las cosas”, remarcó Ramallo.

El delantero agregó que “uno tiene que estar mentalizado para saber lo que tenemos que hacer y estar a la altura”.

La pelea es dura en la ofensiva porque Escobar se hace innamovible por su producción y sumado al liderazgo que tiene. Mientras que Alonso comenzó a marcar goles en la Libertadores, van tres en tres partidos y Alejandro Chumacero, que juega por el costado derecho, empezó a marcar goles y aún se espera la recuperación de Fabricio Pedrozo, que le dio desequilibrio a la ofensiva del Tigre, el pasado semestre.