El técnico venezolano César Farías contó ayer una historia que sucedió en su país y espera que ese criterio se repita en su caso ante el Tribunal de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
El 20 de octubre del años pasado, Farías tuvo un altercado con el delegado Benjamín Saucedo, de Oriente Petrolero y fue sancionado por el Tribunal de Justicia Deportiva de la Liga, por dos años.
El venezolano contó que cuándo un Gobernador en su país se inscribió en su equipo de fútbol, dentro del campo de juego dejó de ser autoridad y fue parte del juego. “Yo soy dirigente de fútbol de un club pero cuando entro a dirigir en la cancha no puedo esperar que me consideren como dirigente. Abajo (en el campo de juego) uno está en condición de cuerpo técnico”, mencionó Farías.
El Tribunal de la Liga castigó a Farías al considerar que “agredió a un dirigente en el campo de juego”. Sin embargo, el venezolano plasmará esa idea en su defensa como alegato.
Mientras, la dirigencia atigrada, también presentará por su cuenta su arsenal de defensa, en procura de revertir el fallo en contra de su DT.
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