viernes, 19 de julio de 2019

Clarke llega al Tigre para “bajar la vara” que dejó Blackburn

Con los propósitos claros y una mirada que indica seguridad, el panameño Ricardo Clarke arribó ayer a La Paz con el objetivo de superar el prestigio que dejó su compatriota Rolando Blackburn en la delantera de The Strongest.

Al promediar las 14:00, Clarke, de 26 años, cruzó el “Gate 2” del Aeropuerto Internacional de El Alto con las maletas llenas de objetivos, el primero, según él, es “tener el mismo éxito” que Blackburn, que se marchó al fútbol tailandés.

El flamante refuerzo de The Strongest, aseguró ayer que llega “al club más grande de Bolivia” y que a “nivel de Sudamérica todos los conocen”.

Convencido en que “a base de trabajo y sacrificio” logrará sus objetivos, el panameño añadió que se acoplará rápido a las disposiciones de su nuevo entrenador, Pablo Escobar, de quien se refirió como “una persona con mucho carácter”.

Cabe añadir que Clark conversó con Blackburn para saber las referencias del grupo, según contó ayer, quien le dijo que es un conjunto “muy sano y unido”, además que el fútbol boliviano es “rápido” y que el Tigre “es el que más propone”. Sobre su fichaje, el panameño acotó que “todo fue muy rápido”, ya que su representante y el club agilizaron para que se sume al plantel. En cuanto a su posición y donde mejor se desempeña, Clarke añadió que “puedo jugar como extremo, como media punta y también como un delantero centro”, pero está a merced de lo que decida el cuerpo técnico.

A la hinchada le pidió “que confíen, que nos apoyen muchísimo, que este año pueda ser para grandes cosas”, añadiendo que como todo jugador apunta “a ser campeón y convertir los goles”.

Para Clarke será el sexto país en su carrera. Sus inicios fueron en su natal Panamá en el club Sporting San Miguelito, donde marcó 12 goles. Luego de un paso breve en Nueva Zelanda con Wellington Pheonix, pasó al Zamora venezolano donde fue campeón y anotó 31 dianas. En Boavista (Portugal) tuvo un paso corto, lo propio en los clubes paraguayos Nacional y Guaraní, con apenas un gol en un año.

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