El Tigre juega mal en casa y rescata apenas un punto

Un penal para polemizar si fue o no ayudó a The Strongest a rescatar un punto en su estreno en el torneo Apertura de la Liga, y dio la sensación de que el 1 a 1 fue mucho premio frente a Blooming, ayer en el estadio Hernando Siles.

El Tigre jugó mal, sin recursos como para contrarrestar la propuesta del equipo cruceño, que se paró bien defensivamente e incomodó al local, que tuvo pasajes de desesperación en pos de generar peligro y llegar al arco adversario.

Blooming respetó el libreto diseñado por su técnico, el exfutbolista Erwin Sánchez, e hizo, primero, un muy buen primer tiempo manteniendo la pelota lejos de su arco y, segundo, apeló al contragolpe o a los remates de media distancia para generar peligro.

En esa etapa The Strongest tuvo un par de situaciones, nada más: Fernando Marteli no pudo darle dirección al balón en una jugada preparada de tiro libre; después, Carlos Neumann, desde unos 25 metros, trató de sorprender al adelantado golero Hugo Suárez, pero la pelota se fue apenas desviada.

Cerca del final, Blooming pudo anotar la apertura mediante Hugo Bargas, quien exigió a Daniel Vaca.

El nerviosismo se adueñó del aurinegro en el segundo tiempo, más después del gol cruceño: Joselito Vaca ejecutó un tiro libre desde el costado derecho, y ante una zaga desconcertada, Paul Arano convirtió de cabeza (5’).

Antes del empate, The Strongest tuvo algunas situaciones claras: en una, el golero Suárez le ganó el duelo a Pablo Escobar; en la otra, Alejandro Chumacero no pudo conectar y luego Neumann metió un cabezazo que Ronald Huth desvió cuando la pelota iba rumbo al arco.

A los 39’ vino la acción del penal en la que Huth forcejeó con Escobar y el mediocampista cayó al piso, el árbitro estaba cerca y cobró penal, ejecutado bien por Marteli con un tiro hacia el costado derecho del arquero, quien se lanzó al otro lado.

Quedaban pocos minutos y el Tigre intentó la hazaña de dar vuelta el marcador con pocas ideas, más bien con pelotazos. En todo caso hubo una acción en la que los jugadores atigrados reclamaron penal, sin embargo, el árbitro dejó seguir.

Destacado

Joselito Vaca fue el abanderado de la propuesta de Blooming al quitarle ritmo al juego, fue quien puso calma agarrando el balón y distribuyéndolo. Además hizo el pase-gol.

Le falta

Pablo Escobar reconoció que todavía no está en la plenitud de sus condiciones, le falta ritmo de fútbol. El caudillo no cumplió ayer y The Strongest lo sintió en el terreno de juego.

El árbitro

Regular tarea de Alejandro Mancilla. Cobró un penal dudoso por lo rápido de la jugada, y luego dejó de sancionar otro, en su descargo entendió que no fue más que un rebote.

Dos empates

Ya son dos veces seguidas que Blooming se lleva un punto de La Paz contra el Tigre, en certámenes de la Liga. La anterior fue el 28 de enero de este año, por el campeonato Clausura.

Caballero pasa de un ‘dibujo’ a otro y luego retrocede

Cinco minutos duró el cambio de “dibujo” táctico que ordenó el técnico de The Strongest, Pablo Caballero, en procura de remontar el resultado del partido de ayer contra Blooming.

A los 13’ del segundo tiempo ordenó el ingreso de Federico Pereyra por Ernesto Cristaldo, y la defensa que comenzó con línea de cuatro pasó a jugar con tres en el fondo, con el argentino recién ingresado, Fernando Marteli y Abraham Cabrera.

Parecía que quería darle mayor poder a la ofensiva con los laterales, sin embargo, cinco minutos después (18’) dio marcha atrás y volvió a la propuesta inicial: Rodrigo Ramallo reemplazó a Cabrera y el equipo volvió a jugar con cuatro atrás.

La mano del DT parece no estar firme todavía. Las idas y venidas no fueron buenas.

Otros movimientos que hizo tampoco le dieron resultado, no supo cómo hacer que su equipo pudiera superar la muralla defensiva que plantó Blooming hasta con siete hombres delante de su arquero, además todos cumpliendo a cabalidad.

Hace una semana —por la Copa Cine Center— Wilstermann propuso la misma táctica y el Tigre resignó la posibilidad de acceder a la final de ese certamen, tampoco había encontrado la fórmula para superar al rival.