lunes, 7 de septiembre de 2015

Quintana forma a los arqueros del futuro



La vocación de ser arquero le nació de niño a Nery Quintana (Santa Cruz, 26 de mayo de 1969), quien jugó en varios equipos profesionales del país y terminó su carrera en Estados Unidos. Casi de inmediato se inició como entrenador. Es el preparador de arqueros de The Strongest, pero ya pasó por Bolívar y Oriente, entre otros clubes, como también por varias selecciones menores. Ahora vuelca todo lo que aprendió en más de 25 años como profesional —futbolista y entrenador— a transmitir enseñanzas en La Paz, por eso hace poco —el 3 de agosto— inauguró su escuela, en coordinación con la dirigencia atigrada.

La bautizó con su nombre: “Escuela de arqueros Nery Quintana” y la intención es preparar a niños y jóvenes que en el corto, mediano y largo plazo estarán listos para alimentar a los clubes del país, a la selección y si es posible preparar arqueros de exportación.

Entre sus alumnos, damas y varones, existen de todas las edades. El más pequeño es Mathew, de 6 años. La intención era contar con por lo menos diez alumnos, pero sus expectativas fueron superadas y ya son casi 30. Los entrenamientos se realizan dos días a la semana: martes y jueves, en dos escenarios: la cancha de césped sintético de Ciudad Satélite, cerca del hospital Boliviano Holandés, por la tardes; y la del Complejo de Achumani, en horario nocturno.

Su intención siempre fue enseñar, aunque el impulso final se lo dio Marco Etcheverry, cuando ambos radicaban en Estados Unidos. Fue El Diablo quien lo colaboró para trabajar en ese país para que pudiera estudiar inglés e iniciar la carrera de entrenador de arqueros. Volvió a Bolivia en 2008.

Quintana, al que sus amigos le dicen Loco, debutó como arquero en 1989 en Oriente y su último club en el país fue Mariscal Braun (2000). En 11 años de carrera jugó también en Real Santa Cruz, Guabirá y Metalsan. En 2001 se le presentó la oportunidad de viajar a Estados Unidos para integrar la selección boliviana en la Copa de Legendarios, también con Etcheverry.

Tras el torneo se quedó en el país del norte. Jugó en un club de segunda división e inició un curso de entrenadores y se especializó como preparador de arqueros con el reconocido exarquero italiano Wálter Zenga, y trabajó durante cinco años en la Universidad Richland College, en Nueva York. “Ahí salimos campeones universitarios cinco años”.

La selección nacional es la asignatura pendiente

Cuando la dirigencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) le comunicó hace dos semanas que iba a ser el preparador de arqueros de la selección en el cuerpo técnico del español Miguel Ángel Portugal, se había ilusionado con la idea. Luego el entrenador fue descartado y, por ende, el proyecto quedó trunco.

No obstante de la desilusión, está seguro de que “la nominación algún día va a llegar” y cuando se dé la oportunidad “Nery Quintana estará listo para cualquier reto, ese es uno de mis sueños, llegar a la selección boliviana de mayores, pero solo Dios sabe en qué momento”. En 2010 fue preparador de arqueros de la Sub-15 cuando el técnico era Marco Etcheverry. “Con esa selección fuimos campeones de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur”.

En 2013, con el mismo Etcheverry fue parte del cuerpo técnico del combinado nacional que asistió a los Juegos Bolivarianos de Trujillo en 2013. Finalmente, el año pasado, fue colaborador de Marco Sandy en la selección que asistió en el sudamericano Copa América Femenina Ecuador 2014. Su familia, su esposa Leticia Flores, y sus hijos Richard Nery (23 años), Jessica Scarlet (21), Vivian Eugenia (19) y Josué Daniel (4) son su mayor impulso.

El italiano Zenga fue su maestro

El exarquero italiano Wálter Zenga, quien jugó en varios clubes de su país, y atajó para la “azurri” en el mundial ‘90 en Italia, fue un maestro para Nery Quintana. Era uno de sus instructores durante su especialización como preparador de arqueros, y —según cuenta— quien le enseñó parte de su método. “Me dijo que aparte del trabajo que hacemos, debemos ser amigos de los arqueros, hablar mucho con ellos, saber qué piensan”. Además le aconsejó trabajar en tres aspectos : potencia, elasticidad y mucho juego con los pies.

“Todos esos consejos me ayudaron mucho en mi trabajo. Eso es lo que transmito día a día en los entrenamientos de The Strongest, y por todos los clubes que pasé”. Está contento con la calidad de arqueros que encontró en el Tigre, que tienen como referente a Daniel Vaca; también se siente orgulloso del trabajo que realizó con Romel Quiñónez y Diego Zamora, ambos de Bolívar, a quienes prácticamente formó.

Quintana utiliza como parte de su método palabras en inglés, una influencia de los años que vivió en Estados Unidos. “Aprendí en un 80% el idioma y cuando trabajé allá, obviamente que me tenía que comunicar en inglés”.Narra, como anécdota, que en la Richland College, donde trabajó, a sus arqueros les decía “‘come on maleta’. Y ellos me preguntaban qué quería decir maleta, y yo les contestaba: ‘que eres un gran arquero’”.


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