El primer tanto llegó a los 86’ del partido con un remate de primera a la izquierda del portero Rodríguez, tras pase de Chumacero, y el segundo a los 88’ en una jugada individual donde se sacó a tres defensores de encima y de zurda le cambia el palo al portero mexicano, para levantar de sus asientos a los más de 20 mil hinchas atigrados, en el estadio Hernando Siles. La copiosa lluvia no fue obstáculo para que la escuadra gualdinegra busque la victoria y su pase a la siguiente fase del torneo más importante de América a nivel de clubes.
En los primeros 45 minutos -excepto los remates de media y larga distancia de Chumacero y Cristaldo que anunciaban peligrosidad- el equipo local nunca encontró el camino para romper el cero dada la ausencia de serenidad de los delanteros Bernando Cuesta y Rodrigo Ramallo.
Pero el capitán del equipo atigrado Pablo Escóbar comenzó a aparecer, a ser determinante en el partido a partir de la primera media hora. Un par de pases al vacío encontraron a Cuestas, en dos oportunidades (32’) 34’) después a Cristaldo (37’) y ninguna de estas jugadas pudo terminar con el balón en la redes. Mientras tanto, el cuadro de Morelia mostró algunos chispazos de fútbol. Procuró apelar al contragolpe, pero su intento no prosperó porque encontró casi siempre una defensa bien estacionada controlada por Centurión y Martelli.
La segunda etapa se tornó más dinámica porque los mexicanos enseñaron otra mentalidad debido a los cambios ejecutados por el técnico Tena que mandó al campo a dos nuevos delanteros (Silva y Guajardo), que hicieron tripleta con Sejas, quien estrelló el balón en travesaño cuando el reloj marcaba el minuto 55. Pero no fue suficiente para lograr el objetivo de llevar la clasificación a su país.
Con la lluvia, vino lo mejor del Tigre, los dos goles y el pase.
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