viernes, 12 de julio de 2013

TRES TRANSFERENCIAS DEL CLUB THE STRONGEST Pocos, pero muy buenos

A lo largo de 105 años, The Strongest exportó un trío de jugadores bolivianos.

Si se considera a los jugadores bolivianos, que se formaron o consagraron en filas del Tigre, habrá que reconocer que a lo largo de sus 105 años de existencia institucional, este club sólo pudo transferir a tres de sus emblemáticos jugadores a clubes del exterior.

CHOCOLATÍN FOR EXPORT. Una tibia tarde de 1985, en un superclásico, una ronda de cinco partidos amistosos entre los tradicionales rivales de La Paz, el director técnico Wilfredo Camacho ordenó el debut de un mediocampista menudo y talentoso como pocos.

Ramiro Castillo anotó dos golazos en la victoria de los aurinegros por 5-2. El arquero Jimmy Bilbao no soportó la habilidad del coripateño.

Dos años más tarde, en 1987, ya coronado campeón nacional con The Strongest, Castillo pasó a Instituto de Córdoba que, por entonces, alternaba en la Primera división del balompié argentino.

Comenzaba una trayectoria que habría de llevarlo por Argentinos Juniors, Platense, Rosario Central y River Plate, en Argentina, y Everton, en Chile, antes de regresar al Tigre y pasar a Bolívar.

QUIERO A KUWAIT. Corría el primer mes de 1991. El peruano Moisés Barack era el técnico del elenco aurinegro, que probaba a muchos jóvenes jugadores provenientes del interior del país.

Óscar Carmelo Sánchez, porque de él se trata esta parte de la nota, había sido licenciado poco antes del Servicio Militar y todavía llevaba el cabello casi al ras.

Había jugado en Aurora, cuando el "equipo del pueblo" militaba en la Primera "A" del balompié cochabambino y una gestión efectuada por el dirigente Raúl Sáenz le permitió llegar a Achumani para someterse a una prueba.

Para evitar los efectos de la radiación solar, que en La Paz, es intensa, se colocó una pañoleta en la cabeza, al estilo de un turbante árabe. Ese detalle y la invasión de las tropas de Saddam Hussein a Kuwait hicieron que Barack lo bautizase precisamente como "Kuwait" y al cabo de dos prácticas, no tuvo la menor duda y se dirigió a los dirigentes del club: "Quiero a Kuwait".

Sánchez se quedó hasta 1997, cuando fue cedido al Gimnasia y Esgrima de Jujuy, de la Primera división argentina, del que pasó nada menos que al Independiente de Avellaneda, pedido por el famoso César Luis Menotti.

Volvió al Tigre, pasó a Bolívar y se reincorporó al equipo que lo consagró y del que fue entrenador hasta poco antes de su fallecimiento causado por un cáncer renal.

EL CHOCO DEL PUEBLO. En 1998, durante los intermedios de los partidos del primer equipo stronguista, los alumnos de la escuela Antonio Asbun ofrecían demostraciones. Entre ellos, se destacaba un rubio, pequeño pero muy hábil. Nadie le podía quitar la pelota. Desde entonces, conquistó a los stronguistas y debutó en el primer equipo en 2007. Tenía 16 años cuando se presentó en sociedad y fue decisivo en el primer tricampeonato nacional en la historia de la Liga Profesional.

Seis años más tarde, se va al Sport Recife, que si bien alterna en el Brasileirao B, es protagonista de primer orden de los torneos estaduales de Pernambuco.

UN CUARTO CASO

"EL ZORRO"

Podría añadirse un cuarto caso, el de Luis Fernando Bastida, aunque cuando fue cedido al Mariano Melgar, de Arequipa, éste aún no había adquirido la nacionalidad boliviana.

Nacido en Argentina, el inolvidable "Zorro", llegó a filas atigradas a principios de 1970, cedido por el club Boca Juniors, que lo había formado en sus divisiones inferiores y muy pronto se consagró con la divisa gualdinegra y años más tarde, se convertiría, por voluntad propia en ciudadano boliviano. Inclusive, en Bolivia, nació su hijo Sergio José, de extendida trayectoria en el fútbol suizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario