lunes, 15 de julio de 2013

Juan Farías: Gitano, tucumano y paceño



Las maletas estaban listas para regresar a Tucumán, pero una llamada desde Potosí cambió su destino: Juan Gitano Farías se quedó en Bolivia y se hizo chukuta de corazón, con sangre argentina.

Resulta que tras su desvinculación de The Strongest a fines de 1976, este afamado exdelantero de la época decidió regresar a su tierra, pero Independiente Unificada le hizo una propuesta y desde entonces no se fue más.

“Todos mis agradecimientos y cariño a la gente de Potosí, porque me apoyó cuando era jugador y me inició como entrenador de fútbol, por eso ahora sigo aquí, como un boliviano más, como un tucumano-paceño”, afirma Farías.

Los gitanos son nómadas y errantes, pero el Gitano Farías sostiene que fue felizmente atrapado por el cariño de la población boliviana.

“De La Paz me gusta todo, las montañas, la comida, el ají de fideo, la gente, hasta los viernes por la noche (ríe); no, es broma. Me gusta los Yungas, Copacabana, el Illimani. Me agrada todo de Bolivia, porque me dio todo. Viví unos años en Santa Cruz y también me fue bien”.

Farías jugó entre los 60 y 70 en Mariscal Santa Cruz, Municipal, The Strongest, 31 de Octubre e Independiente y en la misma selección boliviana.“Vine a conocer Bolivia al paso y jugar. ‘Iré a ver qué pasa’, dije, pero nunca imaginé quedarme. No pensaba en la altura, las chicas, nada. Vine a conocer y me quedé”.

Sostiene que los futbolistas y técnicos tienen mucho de gitanos, porque van de un lado a otro. “Conozco toda Bolivia. Me agrada el ají de fideo, pero también los asaditos. Tengo un origen (argentino), pero mi familia es de acá y está acá, donde esta patria me adoptó”.

Debido a que se recupera de una operación en la cadera, dejó la actividad futbolera, pero igual continúa su pasión por la pelota, y sigue el fútbol por radio, televisión y todos los medios posibles.

“Me da tristeza que Bolivia esté rezagada en el fútbol y no podamos levantarnos. Parece que algunos jugadores no tienen el amor de antes, porque de un semestre a otro cambian de equipo sin compromiso”.

Hasta 2005 viajaba a su natal Argentina, porque ahí están sus hermanos y algunos familiares, pero ya luego no lo hizo más porque su vida está en Bolivia. Además, hace algunos años dejó de dirigir en el fútbol por la informalidad de algunos dirigentes, que no le cumplieron con los pagos y contratos establecidos

“Luego me dediqué al trabajo con los chicos en la escuela de fútbol gracias al apoyo de mi gran amigo Ramiro Blacut, pero ahora esta cirugía me impide un mayor refuerzo”.

Agradece las referencias que hace tantos años dieron sus amigos entrañables Juan Américo El Tanque Díaz y Víctor Montoya, quienes ya estaban en el fútbol boliviano y hablaron de él para que lo trajeran a Mariscal Santa Cruz.

El Gitano Farías llegó a La Paz en 1967, pasaron más de cuatro décadas y vive feliz.

Fue campeón de la Recopa con Mariscal

Rafael Sempértegui

En 1967, militares dirigentes de Mariscal Santa Cruz fueron hasta Tucumán, Argentina, donde convencieron y contrataron a Juan Farías. Tres años después, el plantel paceño obtenía el título de campeón internacional de la Recopa Sudamericana, de la Conmebol.

“Me parece tan ingrato que no se recuerde ese éxito que se logró para el fútbol boliviano. Fue y es hasta ahora el único título internacional de un club boliviano. No hay más. Los chicos de ese equipo somos campeones internacionales, lo que hasta ahora no se repitió”, expresa Gitano.

En 1970, la Confederación Sudamericana organizó un torneo para los terceros de las ligas nacionales. Mariscal compitió por Bolivia y en la final venció a El Nacional, plantel militar ecuatoriano, consagrándose de esa manera campeón del certamen.

Antes, habían superado de punta a punta a equipos como Atlanta (ARG), Unión Española (CHI), Deportivo Municipal (PER) y Rampla Juniors (URU).

“Nadie daba crédito, pero se lo hizo. En esa época nos recibió hasta el presidente de Bolivia, porque se logró un éxito; pero ahora muy poco se lo recuerda en cada abril que pasa”.En esa misma tónica de aspectos que pasan desapercibidos, Gitano cuenta dos curiosidades de su trayectoria, como las de haber vestido la camiseta de

Bolívar ante Vasco da Gama en un amistoso y cuando también lució la casaca de San José ante Estudiantes de La Plata, en un encuentro en Oruro.

Jugó por Bolivia en 1969 y estuvo cerca de un Mundial

Aún recuerda los comentarios de los periodistas argentinos de la época: “Che, nos están ganando con nuestros jugadores”, cuando el seleccionado de Bolivia venció a Argentina en La Paz, en las eliminatorias mundialista de 1969, y después le dio un gran susto en la revancha, disputada en Buenos Aires.

Ese equipo boliviano contaba con futbolistas del norte argentino como Juan Américo Díaz y Juan Gitano Farías, y estuvo cerca de clasificarse al Mundial de México en 1970.

“Fue otra etapa bonita de mi carrera como jugador, porque al margen de ganar títulos con Mariscal, Municipal o The Strongest, con la selección fue otra cosa y yo lo tenía claro, porque sí tenía que pisarlos (a los argentinos), ‘los voy a pisar’, decía. Aunque fue emotivo ver a la selección albiceleste”.

Luego del triunfo en La Paz recibió llamadas telefónicas con amenazas e insultos.

“Hasta pudimos golear, sin embargo no concretamos varias opciones, pese a superarlos 3-1. Luego le ganamos al mejor Perú de toda su historia, qué equipazo y selección teníamos. Fueron jornadas muy vibrantes junto con el público boliviano, todos soñando con llegar al Mundial de México 70. Estuvimos cerca, nos faltó muy poco”.

Farías se despidió de la Verde en la Copa América de 1975, cuando los partidos se disputaron en Oruro. “Tuve el honor de jugar con Ramiro Blacut, René Rada y muchos otros”.


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