Una vez más la familia stronguista visitó el Santuario de Copacabana para agradecer a la Virgen por las bendiciones recibidas el año pasado y para ofrecerle la copa de campeón del torneo Apertura de la Liga, que The Strongest ganó el 22 de diciembre.
El viaje de ayer sirvió también para solicitar que la institución vaya por el camino del trabajo, que haya salud y, si es posible, volver a saborear el éxito deportivo en los desafíos que tiene el club en el torneo local y en la Copa Libertadores de América.
Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y muchos hinchas “invadieron” por séptima vez consecutiva la capital de la provincia Manco Kápac, que quedó pintada de amarillo y negro. Hubo una gran cantidad de banderas colocadas en la iglesia y en la plaza principal de esa ciudad. Se destacó una gigante, de unos 20 metros.
“Venir donde la Virgen siempre nos llena de paz espiritual, es una preparación mental en la que cargamos de energía positiva la cabeza. Nos hará mucha falta cuando estemos en el campeonato y nos ayudará también a salir adelante en los momentos más difíciles”, resumió Pablo Escobar, capitán de los atigrados.
La delegación llegó cerca del mediodía y se fue directo a la iglesia, donde el padre René Vargas celebró la misa y bendijo a los presentes. En su homilía destacó la fe de la institución hacia Dios y la Virgen. “Y los resultados están ahí, vemos no un equipo de fútbol, que por cierto es exitoso, sino una familia junta, fuerte, como tienen que ser las familias”, sostuvo.
El presidente del club, Kurt Reintsch, manifestó que: “Nunca imaginé ganar cuatro títulos en tan corto tiempo, Dios nos dio demasiado, no sé si pedir más (títulos) es prudente; pero sí vamos a desear que nos bendiga con amor, paz, salud y mucho trabajo. Estamos contentos de venir a la casa de Dios para dar las gracias”.
En otra parte de la ceremonia, Carlos Casso, titular del Comité de Fútbol, entregó el trofeo conquistado el año pasado a Reintsch, quien luego lo hizo bendecir. Luego de la misa, cuando los jugadores salieron del recinto, se desató una verdadera fiesta con el baño de cariño que recibió el plantel. “Campeones, campeones” coreó un grupo de jóvenes de la barra Garras del Santuario de Copacabana.
De fondo se escucharon petardos, cohetillos y música, mientras un grupo de gente les puso guirnaldas de flores y rosas. “Es muy gratificante venir a Copacabana. Lo hago desde la primera vez que el presidente Kurt nos trajo y agradezco porque nos va bien en el trabajo, en la familia. No nos lesionamos y pedimos que nos orienten”, aseguró el lateral Enrique Parada.
Luego compartieron el almuerzo, dieron un paseo por el pueblo y emprendieron el regreso directo a la concentración, en Achumani. El Tigre iniciará la defensa de su título mañana en la Villa Imperial, frente a Real Potosí. De acuerdo con el plan preparado por el cuerpo técnico, el viaje a la sede del partido comenzará hoy. A las 11.00 el plantel volará a Sucre, donde almorzará y luego seguirá por vía terrestre a Potosí, para esperar el compromiso.
Los atigrados cerraron su preparación el jueves por la tarde, cuando cumplieron una práctica de fútbol. Esta previsto que 18 jugadores tenga la nómina de viajeros, mientras que los 12 restantes, entre los que está Alejandro Chumacero, continuarán su preparación a órdenes de Francisco Calizaya.
Los datos
Misa
Ayer se conoció que el día del campeonato, el año pasado, en Copacabana se celebró un oficio a favor de The Strongest.
Menú
El almuerzo consistió en un plato de chairo y el segundo fue trucha. Los atigrados también degustaron pasankallas.
Las opiniones
Kurt Reintsch: ‘La unidad es la base del éxito’
“Debemos mantener la unión ante los ojos de Dios. Vimos que la unidad es la base del éxito. Estoy orgulloso de representar al Tigre y solo pedir que sigamos trabajando no para ser campeones, sino sacar otro torneo internacional”.
Eduardo Villegas: ‘Espectacular y muy saludable’
“Fue un espectacular y afectuoso recibimiento que nos ayuda a tomar fuerza. Es muy saludable para nuestra mente, para nuestra fe. En lo personal, siempre pido salud, paz, tranquilidad y como una trucha por cábala”.
Boris Alfaro: ‘Increíble tener un lago tan arriba’
“Estoy muy impresionado por el cariño al club, a los jugadores. Yo también tengo una gran fe en Dios, pero ya me parece muy increíble tener un lago tan arriba, a más de 3.000 metros, eso es una cosa muy maravillosa”.
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