Sufrió pero fue superior ante un local que tuvo la posición del balón en el segundo tiempo, aunque no tuvo ideas para abrir el cerrojo defensivo del Tigre.
Ischia de a poco pone su sello, el campo de juego estaba mojado, con varios charcos y no ayudó para un buen espectáculo.
La visita se volcó al ataque desde el primer minuto del partido, el volante ofensivo Jhasmani Campos desequilibró por el costado izquierdo y le ganó en reiteradas ocasiones a Sául Torres.
Las primeras acciones del partido fueron las intenciones de cada equipo, con poca profunidad, al margen de lo que hizo Campos en el Tigre y Thiago Dos Santos en Nacional Potosí. Los arqueros Jorge Ruth (del local) y José Peñarrieta (de la visita) estaban sin exigencia.
Sin embargo, la apertura del marcador llegó con una subida de Maximiliano Ortíz que mandó un centro para el colombiano Edis Ibargüen, quien de cabeza estuvo a punto de batir al portero Ruth que logró despejar, pero para su mala suerte llegó su compañero Torres para introducir el esférico en su propio arco (26’).
A partir de la ventaja que consiguió el Tigre estuvo más cómodo en el campo de juego.
Ortiz participó en la mayoría de los ataques en la primera parte. A pesar que no tiene las características ofensivas, se las arregló para ganar constantemente a Leandro Gareca.
Ortiz mandó un centro que mandó al tiro de esquina Luis Torrico (34’). Un minuto después, otra vez Ortiz para Escobar que habilitó a Edison Carcelén que remató para exigir a Ruth.
Nacional Potosí fue un equipo tímido en la primera etapa estuvo mayor tiempo sin el balón.
A pesar de esa ideología del local estuvo a punto de igualar con un mal despeje de Carcelén, el balón chocó en Ortíz y pasó cerca del palo derecho de Peñarrieta (43’).
La última opción de gol en el primer tiempo llegó con un cabezazo de Ibargüen que se estrelló en el travesaño (46’).
La etapa complementaria cambió el trámite con la nueva propuesta del Tigre, retrocedió en sus líneas y apostó por un tridente ofensivo, pero con Ibargüen fuera del área.
La apuesta de Ischia le dio mayor posesión del balón al local que tuvo un par de chances para empatar el partido.
El lateral Torres se volcó al ataque mandó un centro, el balón hizo una comba extraña y estuvo a punto de ingresar al arco de Peñarrieta, se salvó el Tigre (52’).
El técnico de Nacional, el español Ángel Pérez, incluyó al uruguayo Enzo Borges (debutante) y a Juan Carlos Galvis para mejorar la profundidad.
La mayoría de los ataques del local llegaban hasta el arco grande, luego mandaban centro para buscar la cabeza de Borges o Harold Reina que estuvieron bien marcados.
El Tigre cuidó la ventaja hasta que llegó el pitazo final del cruceño Juan Nelio García.
Paulo Apaza
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